Alberto Gilardino, ex jefe de Gabinete del tercer gobierno de Mario Das Neves, quedó envuelto en otra causa de corrupción dentro del gobierno de la provincia. Su nombre apareció hoy en la elevación que hizo el fiscal Omar Rodriguez a la Oficina Judicial de Rawson por «fraude a la administración pública», siendo la principal imputada la ex ministra de Desarrollo Social, Cecilia Torres Otarola.
Además de la ex diputada y ex ministra, hay 13 personas imputadas, entre ellas Alberto Gilardino.
En el relato de los hechos que efectúa la Fiscalía se menciona la situación de Antonio, Patricia, quien ocupa un cargo de Directora General. La nombrada es madre de Alberto Gilardino. La Motivación de su designación en la planta política tiene que ver con la imposibilidad de nombrar en el cargo a su hijo Alberto, por haber estado relacionado el sindicado con causas de corrupción. La nombrada habría prestado su nombre para que en los hechos sea su hijo quien desempeñase las tareas en el cargo. Del análisis preliminar de los movimientos bancarios, se desprende que la nombrada en el mes de junio del 2020, le efectuó transferencias bancarias al cuil 20294165194, perteneciente a su hijo, un total de 187.200 $, luego de haber ingresado en su cuenta a sueldo el dinero en concepto de haberes por el cargo de Directora».
La secretaria de Alberto Gilardino fue quien llevó el sobre a la Legislatura en el 2018 y lo dejó en un sector del edificio, lo que provocó que se emitiera un alerta porque se creyó que era un artefacto explosivo. Y resultó ser una bomba, pero que explotó en los estrados judiciales, desencadenando la investigación conocida como el «Embrujo», que derivó en otras dos causas: «Revelación» y «Emergencia Climática».
Gilardino no fue imputado en ninguna de las causas, pero su declaración fue fundamental para avanzar en la investigación y posterior condena de quienes en su momento estaban en el mismo equipo de gobierno que él integraba.
Sorprendió que ahora apareciera en una causa, utilizando a su madre para cobrar los honorarios como asesor. No existía ningún impedimento legal para que fuera todo en blanco. Una alta fuente judicial confió que «por más que no estuvo en juicio, si fue investigado y su declaración mando al frente a unos cuantos. Su nombre no quedo muy bien en ese ámbito y evidentemente no quisieron o él no quiso aparecer».
Fuente: Mil Patagonias