Inflación, devaluación y controles de cambios. Un cóctel perfecto para que los usuarios se vuelquen a las monedas virtuales como forma de resguardar su valor ante las restricciones a la compra de dólares y el avance de los precios. Según cifras de Coindance, las ventas de Bitcoin en los dos servicios de intercamio de divisas virtuales entre pares (P2P) registraron récords de compra de usuarios argentinos:
LocalBitcoins: 2,2 millones de dólares en junio, casi el doble de los u$s1,34 millones de enero.
Paxful: u$s10.000 en enero y u$s71.000 en junio, un crecimiento de 70%.
Sin embargo, existen varias formas de hacerse de divisas virtuales, como los exchange o casas de cambio digitales, tal como informara iProUP.
Matías Bari, CEO de Satoshi Tango, la demanda de Bitcoin aumentó seis veces desde el arranque de la cuarentena. «En las últimas semanas vimos un crecimiento enorme, del orden del 500% en las operaciones. No esperábamos que sucediera eso dado que hay mucha gente con dificultades laborales y financieras», señaló a CriptoNoticias.
El dólar digital
Entre las monedas virtuales crece con fuerza el llamado «dólar digital», como se conoce a las divisas criptográficas que mantienen la relación 1:1 con el billete verde. El más exitoso es el DAI.
«El interés se cuadruplicó. Antes de la cuarentena se operaban unos $5 millones diarios y ahora estamos en el orden de los 20 palos por día», ilustra un cambista digital. Añade que el boom es tal que tanto él como sus colegas «están desbordados».
Pero no es la única muestra de este asombroso repunte: a principios de año había un solo exchange que ofrecía esta moneda en la Argentina. Hoy, en cambio, ya existen al menos seis plataformas –entre nacionales y extranjeras– que operan localmente con DAI.
A diferencia otras monedas digitales, un DAI siempre valdrá un dólar. Un contrato inteligente (sobre la blockchain de Ethereum) es el que «gobierna» la emisión de esta divisa sin la necesidad de un «banco central».
Así, se diferencia de su rival Tether (manejado por una empresa) y que también es considerado un dólar digital. También del Bitcoin, cuya emisión ya está pautada desde el inicio por algoritmos y que bajará a la mitad en mayo según lo planeado.
«DAI ofrece una alternativa más conservadora frente la volatilidad natural de otros activos. En el mercado argentino se posicionan como una verdadera opción de ahorro, muy atractiva frente a las restricciones a la compra de moneda extranjera», advierte Sebastián Serrano, CEO y fundador de Ripio, exchange que trabaja con esta moneda.
Su colega Gabriel Vago, CEO de ArgenBTC, que está comenzando a ofrecer operaciones con Bitcoin, asegura a iProUP que «las operaciones en Argentina de stablecoins, especialmente en DAI, se han triplicado desde el nivel previo a la cuarentena».
Este ritmo alcista del 400% es confirmado por otros expertos. Según Matías Bari, de SatoshiTango, está apenas detrás del Bitcoin. En su plataforma, esta última «tuvo un incremento de operaciones del 500%».
Para Vago, el dólar digital «se ha disparado de forma progresiva desde que se estableció el cepo cambiario, ya que es casi lo mismo que comprar dólares», quien añade: «Además, se puede adquirir la cantidad que se desee y de forma legal, a diferencia del blue».
Bari advierte que las barreras de entrada son similares a las de otras monedas virtuales. Es decir, hay que utilizar algún monedero (app) compatible y estar familiarizado con el uso de la clave pública, una especie de nombre de usuario y se distribuye; y la privada, que conserva y oficia las veces de una contraseña.
Para facilitar su adopción, los exchanges locales implementaron sus propias billeteras digitales –al estilo de las que ofrecen las fintech– y gestionan directamente las claves. De esta manera, el usuario puede:
– Tener una caja de ahorro con clave virtual uniforme, en la cual depositar pesos
– La recarga se realiza por transferencia desde un banco o fintech, Mercado Pago y redes de cobranzas (Rapipago y Pago Fácil)
– Se pueden comprar hasta $200.000 por operación, lo máximo autorizado por la Unidad de Información Financiera (UIF)
– Esos fondos se pueden convertir al instante entre monedas digitales (Bitcoin, DAI u otras) y pesos, para aprovechar las cotizaciones
– Los saldos que queden en pesos se pueden enviar a cuentas bancarias o de fintech
«El usuario abre una cuenta en la web, sin costo de mantenimiento. Podrá obtener un CVU para depositar sus pesos, efectuar retiros y depósitos de manera instantánea», indica a iProUP Nora Palladino, de Bitso, un exchange mexicano que comenzó hace unos meses a operar en Argentina. Además, permite convertir Bitcoin a dólar estadounidense mediante transfrerencia bancaria.
La fuerte demanda de esta divisa tuvo su efecto colateral. «La cotización del DAI subió por el aumento de otras variantes del dólar. Al ser un mercado libre, acompañó el precio del dólar Bolsa y el blue», explica Federico Ogue, CEO de BuenBit, otro exchange que trabaja con la moneda.
«En Argentina, todavía es necesario ‘importar’ divisas, ya que las plataformas locales venden más que lo que compran los usuarios. Para cubrir ese gap, los actores locales acuden al contado con liquidación», añade Vago.
De esta forma el DAI pasó de un valor similar al dólar solidario al actual de $115 en promedio. Pero con la ventaja de ser legal, 100% online y rápidamente «canjeable» por pesos, de necesitarlo.
Lo que viene
DAI, al igual que otras monedas digitales, promueven lo que se conoce como DEFI (Finanzas Descentralizadas). Es decir, su plataforma ofrece servicios sin la regulación de un banco central en la que la creatividad de los usuarios genera nuevas herramientas, algunas de ellas inexistentes en el mundo financiero tradicional.
La primera que varios exchanges locales van a implementar es el DAI Savings Rate (DSR), un servicio similar al de las cuentas remuneradas que ofrecen algunos bancos digitales por el saldo que mantenga depositado el usuario.
«Para fijar su cotización 1-1 con el dólar, congela en un contrato inteligente otros activos, como Ether. Así, un usuario que pide un ‘crédito’ para tener DAI y pone Ether en garantía: cuando los quiera recuperar, deberá devolver la suma original más un interés», explica Vago.
Antes del 24 de marzo, esa tasa anual estaba en 7,5%, casi cuatro veces la que ofrece el Banco Nación (2% TNA) por un plazo fijo en dólares. Ante el boom de la demanda, esa tasa ahora se fijó en cero, pero los expertos estiman que próximamente volverá a los mismos niveles.
En pocas palabras, el fundamento «macroeconómico» de la plataforma es ofrecer préstamos a tasa cero en dólares digitales para que más usuarios los tomen y así dejen Ether en garantía, que funcionan como «reservas» de divisas que se puedan tradear en la plataforma.
Además, el ejecutivo señala que los exchanges locales podrían ofrecer la posibilidad de que los mismos usuarios de DAI ofrezcan préstamos a tasas preacordadas.
Ogue, de BuenBit, añade que tienen dentro de su roadmap «fomentar el uso de monedas digitales como medio de cobro y de pago aceptado en comercios a través de códigos QR», para usar su app del mismo modo en el que se usa Mercado Pago.
En efecto, esta moneda también lentamente se está convirtiendo en un medio de pago digital, con la llegada de los terminales de cobro PundiX, disponibles en países de América Latina (incluyendo Argentina), Asia y África, además de cajeros automáticos y servicios como SendWyre que conectan las monedas digitales con bancos tradicionales y tarjetas de crédito.
Mariano Di Pietrantonio, líder de la comunidad latinoamericana de MakerDAO, organización detrás de DAI, afirma a iProUP entre los servicios más disruptivos se destaca la «lotería Pool Together, que es una lotería de no pérdida», que se podría convertir en una interesante forma de ahorro en dólares.
«Comprás un ticket, que es un DAI, y toda la recaudación se manda a un instrumento financiero que devuelva interés. Lo que se sortea es esa rentabilidad entre todos los participantes. Y cuando no querés competir más, porque el ticket no se vence y puede usarse en otros sorteos, se cambia por un DAI y se recupera la inversión», explica.
El futuro de las monedas digitales también parece haber sido impulsado por el efecto coronavirus. De hecho, a mediados de marzo se conseguía por u$s5.200 y hoy ronda los u$s9.300.
«Proyectamos un fuerte crecimiento ya que cada vez más gente las usa, hay mayor inversión de fondos de riesgo y más tecnología», señala Bari, quien completa: «Este año es el tercer halving en la historia de Bitcoin, ya que cada cuatro años se baja a la mitad la emisión y siempre se especula mucho».
Di Pietrantonio coincide en que este año «se verán nuevos all time high (récord históricos) en término de capitalización total de este mercado. Esto traerá consigo de nuevo la fiebre y los inversores sufrirán el FOMO (miedo de quedarse afuera) de un mercado que crece rápidamente».
El avance descomunal del dólar digital muestra el pánico de los argentinos ante la incertidumbre de la coyuntura local recargada por la pandemia. Sólo que en esta crisis, el «colchón» es 4.0.