Este viernes avances en Neuralink, uno de sus proyectos más ambiciosos: un implante en la cabeza para conectarse directamente con una computadora o teléfono celular, que funcionaría como “un Fitbit para el cerebro”. Se conectará por bluetooth.
La novedad fue demostrada con un grupo de cerdos que tuvieron implantados un chip en su cerebro durante dos meses, mientras estuvo conectado a una computadora. El objetivo de la compañía de Musk es crear lo que el magnate denomina «cognición súper humana».
Para la demostración, Musk usó una cerdita llamada “Gertrude”, con la que fue contando cómo funcionaría el sistema.
El aparato es una pequeña sonda con más de 3.000 electrodos conectados a hilos flexibles y “más finos que el pelo humano” que permiten monitorear la actividad de 1.000 neuronas cerebrales convirtiéndose así en un «Fitbit en tu cráneo con pequeños cables», en palabras del creador de Tesla.
Sergey Stavisky, neurólogo de la Universidad de Stanford, señaló que la compañía había conseguido un «progreso significativo y admirable» desde la presentación del dispositivo hace apenas un año.
Otros fueron más cautos: pidieron tranquilidad y aseguraron que se necesitan más estudios para poder decir que funciona sin dañar el cerebro.
Musk fue muy optimista y tomó ejemplos muy concretos: «Cuando tenés daño en la columna vertebral tenés básicamente cables rotos: esto podría solucionarlo», explicó.
este viernes avances en Neuralink, uno de sus proyectos más ambiciosos: un implante en la cabeza para conectarse directamente con una computadora o teléfono celular, que funcionaría como “un Fitbit para el cerebro”. Se conectará por bluetooth.
La novedad fue demostrada con un grupo de cerdos que tuvieron implantados un chip en su cerebro durante dos meses, mientras estuvo conectado a una computadora. El objetivo de la compañía de Musk es crear lo que el magnate denomina «cognición súper humana».
Para la demostración, Musk usó una cerdita llamada “Gertrude”, con la que fue contando cómo funcionaría el sistema.
El aparato es una pequeña sonda con más de 3.000 electrodos conectados a hilos flexibles y “más finos que el pelo humano” que permiten monitorear la actividad de 1.000 neuronas cerebrales convirtiéndose así en un «Fitbit en tu cráneo con pequeños cables», en palabras del creador de Tesla.
Sergey Stavisky, neurólogo de la Universidad de Stanford, señaló que la compañía había conseguido un «progreso significativo y admirable» desde la presentación del dispositivo hace apenas un año.
Otros fueron más cautos: pidieron tranquilidad y aseguraron que se necesitan más estudios para poder decir que funciona sin dañar el cerebro.
Musk fue muy optimista y tomó ejemplos muy concretos: «Cuando tenés daño en la columna vertebral tenés básicamente cables rotos: esto podría solucionarlo», explicó.