El sábado por la tarde, un comerciante de Esquel ingresó a la ciudad y manifestó, ante personal de salud, haber estado en Río Negro y Trelew durante los anteriores 14 días. Por lo tanto, se dispuso que debía cumplir el aislamiento obligatorio.
Cuando los encargados del seguimiento intentaron comunicarse al teléfono que había dejado, constataron que era el número de una vecina. Por tal motivo, solicitaron a personal Policial que se acercara al domicilio indicado sobre la calle Harris en el barrio Sargento Cabral.
Cuando llegaron los uniformados, el hombre estaba en el sector de atención al público, refirieron que se encontraba «haciendo cuentas» y que sus familiares se encargaban de la atención a los clientes.
El hombre fue notificado, ya que no debía permanecer en ese lugar ni en contacto con los clientes, a pesar de que contaba con el barbijo protector.
Finalmente, se dirigió al fondo de la casa, donde cumplirá el aislamiento y dio su número telefónico particular. También se lo notificó que podrá ser sancionado por el delito de desobediencia.