En diciembre de 1991 Carlos Maestro era elegido Gobernador de la provincia del Chubut y reelegiría en 1995. Luego, sería sucedido por otro radical, José Lizurume en 1999. El partido centenario gobernaría la provincia por última vez en el año 2003.
A partir de ese año, los gobiernos peronistas se sucedieron unos con otros durante los últimos 17 años, incluyendo en ellos al tres veces gobernador, Mario Das Neves, y los «puestos» por el «trigobernador»; Martín Buzzi (2011-2015), y Mariano Arcioni (de noviembre 2017 hasta hoy).
Desde el punto de vista de la UCR, el partido no gobierna desde hace casi dos décadas, lo que supone un grave problema de representatividad, por un lado, y una gran oportunidad por el otro; considerando que los responsables primarios de la situación de la provincia se corresponden a gobiernos peronistas.
La última oportunidad de recuperar la provincia en manos correligionarias fue el pasado 2019, con la candidatura de Gustavo Menna, quien en 2017 llegó a la banca como diputado nacional. La campaña fue muy criticada puertas adentro por la falta de recursos económicos y la casi nula aparición del candidato por la provincia. La actuación desinteresada del entonces candidato, generó una muy mala impresión entre los radicales que vieron una oportunidad histórica desaparecer.
La pésima performance de la elección, le valió a Menna comentarios muy duros adentro del partido; «en perspectiva, fue la peor elección de la UCR para una gobernación» dicen aún con dolor, otros con bronca aseguran que «a Gustavo no le interesaba ganar, estaba cómodo con su banca de diputado nacional».
Con las elecciones de medio término en calendario, los zooms radicales privados, y otros no tanto, proliferan con ánimos de buscar un candidato que se posicione para el 2023, y aseguran; «no vamos a cometer el mismo error que tuvimos con Menna, no podemos regalarle la banca a alguien que solo piensa en sí mismo y después no se la juega por el partido».
Así, la idea de buscar un candidato para el 2021 comienza por descarte, pero abriendo las posibilidades entre ellas a una candidata como Jacqueline Caminoa, la primera mujer en presidir el partido en Chubut, una figura de consenso puertas adentro que podría definirse para el año que viene.
Párrafo aparte merece la mención del regreso de Mario Cimadevilla a la arena de la política chubutense, con un perfil más conservador en términos partidarios, el histórico radical ya se anotó públicamente para la carrera del 2021. Con un estilo propio, Mario viene cosechando adhesiones de lo profundo del partido del partido, en parte por mérito propio, y en parte por el efecto rechazo a una posible candidatura de Menna.
En cualquier caso, la UCR busca candidato, y uno que «de verdad quiera ser gobernador», para volver a ser gobierno después de dos décadas, o al menos, evitar papelones innecesarios puertas adentro y afuera. Desde el radicalismo, saben que el candidato que se instale en 2021, tendrá allanado el camino para postularse como gobernador en 2023, donde una vez más, surgirá una oportunidad histórica.