«El problema es que para certificar algo que parece una reinfección hace falta información que es difícil obtener. Esto quiere decir que del único modo en el que yo puedo asegurar que hubo una reinfección es comparando la secuencia genética del virus que le produjo el primer cuadro y la secuencia genética del virus que le produjo el segundo cuadro, y luego constatar que fueron distintas cepas. De ese modo, nos aseguramos que el segundo hisopado positivo no fue porque se detectaron rastros genéticos que quedaron de la primera infección», explica Pablo Scapellato, miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) y jefe de infectología del hospital Santojanni.
En la Argentina, rastrear el código genético del virus es algo que no se hace a gran escala, a diferencia de Europa, que tiene un banco de datos con la secuencia genómica de las distintas cepas que infectaron a sus ciudadanos. Gracias a eso también pudieron constatar que la cepa que está causando estragos en Inglaterra es una nueva mutación.
Sin esa información, no es posible dilucidar si el paciente está atravesando un segundo cuadro de coronavirus, o si la prueba de PCR detectó restos genéticos que quedaron en la mucosa desde la primera infección. Esos restos genéticos podrían estar activos o no.
«La PCR encuentra secuencia genómica del virus, pero no se sabe si está vivo o muerto. Eso nos pasa con muchas otras enfermedades que las diagnosticamos con PCR. Por ejemplo, un PCR por tuberculosis puede dar positivo durante años, cuando en realidad la persona ya está curada. En el caso del coronavirus también sabemos que la presencia del genoma viral puede detectarse durante muchas semanas. Diagnosticar con certeza una reinfección es complejo, pero si un paciente ya se infectó, igual debe mantener todos los cuidados», agrega Scapellato.
Elena Obieta, infectóloga y miembro de la SADI, señala que, en la Argentina, por una lógica de costo beneficio se dejó de hacer el hisopado cuando se está por dar a un paciente de alta, por lo que tampoco se sabe si la persona dejó de tener rastros genéticos del virus.
«Se dejó de determinar que ya no hay infección. Creemos que si una persona estuvo infectada, por más que haya tenido síntomas leves que, por lo general, generan menos anticuerpos, al menos por tres meses no tendría riesgo de reinfectarse con la misma cepa. Luego hay pacientes que son portadores prolongados del virus, lo tienen en la mucosa y pueden ser contagiosos durante semanas. En el caso de los que efectivamente se recontagiaron por estar en contacto con otra cepa, el cuadro puede ser más leve o más severo, pero contagian como cualquier otro paciente», detalla Obieta.
Conrado Estol, médico neurólogo, señala que, a nivel mundial, las reinfecciones se podrían dar en el uno o dos por ciento de los casos. «Aunque quizás nunca nos enteremos cuál es el índice real de reinfección de esta enfermedad, porque el año que viene ya se va aplicar de manera masiva la vacuna. Existe el síndrome post Covid, que son los casos en donde se detectaron partículas del virus meses después, pero eso no quiere decir que sea infectante, que el virus esté activo o que sea una reinfección», sostiene Estol.
El especialista agrega que, para estar seguros de que hay una reinfección, se debe hacer una secuenciación genómica del virus, y eso lo hacen en Europa. Por su parte, Estados Unidos tampoco lo hace a gran escala, por eso aún no detectaron la variante del Reino Unido dentro del país.
«En la Argentina solo hacemos PCR, es decir que solo confirmamos la presencia del virus y encima testeamos poco. En Europa hay un banco de datos específico con la secuenciación genómica de las cepas y eso lo comentaron mucho ahora que encontraron la nueva cepa en Inglaterra. En Uruguay, al principio, secuenciaron el 20% de los test que hicieron. En Estados Unidos, cuando lo hicieron, vieron que en la Costa Oeste estaba el virus chino, pero la que circulaba en Manhattan era la cepa que llegó de Europa», argumenta Estol.
En un repaso por los casos confirmados de reinfecciones a nivel mundial, Estol resalta el de un hombre de 74 años en Israel que tuvo un primer episodio y fue dado de alta sin complicaciones al geriátrico en el que vivía. Luego tuvo un segundo episodio de Covid-19, confirmado con PCR, en el que además se confirmó que la cepa del virus era diferente al de la primera infección. Ese paciente fue el primero en fallecer por una reinfección probada.
«El primer caso que se conoció de reinfección fue el de un hombre de Hong Kong que volvió a contraer la enfermedad luego de ir a España. El segundo apareció en Reno, Nevada, otro en Bruselas. El de Reno tuvo un cuadro más severo que el que tuvo durante la primera infección y el de Hong Kong tuvo un cuadro muy leve. Hasta el momento hay 31 casos confirmados de reinfección, dos de ellos fallecieron. El intervalo promedio entre ambas infecciones ha sido de 80 días. Se han reportado más de 2000 casos sospechosos de reinfección con 24 muertes. Estos números sugieren una baja incidencia de reinfección entre el total de pacientes con Covid-19 confirmado», concluye el especialista.
Fuente: La Nación