Justo cuando pensamos que habíamos visto todo, el régimen de “quedate tranquilo que ya te pago” en medio de una verdadera caldera social a raíz de la megaminería, volvió a hacer una nueva entrega de sus expresiones de poder desafortunadas, a través de los dependientes del ministro de seguridad Federico Massoni…
En la madrugada del pasado viernes 27 la diputada madernista Gabriela de Lucía, habría sufrido un atentado hacia su domicilio mientras yacía en su interior. Posteriormente a un piedrazo contra la ventana de su vivienda habría encontrado una hoja de papel que decía “conchu.. no es no!”, algo que infería claramente una amenaza hacia su persona.
Supuestamente en ese preciso momento, una consigna policial de la que goza la diputada (no como los simples mortales, que no vemos un patrullero en toda la ciudad por la noche…) habría atestiguado el ataque desde un vehículo gris con cuatro ocupantes, por lo que salieron a interceptarlo y una vez allí, no se sabe lo que pasó ciertamente y las declaraciones del número 2 de la Policía de Chubut llamaron poderosísimamente la atención.
El conflictivo subjefe de policía Nestor “el tero” Gómez Ocampo, conocido más por sus oscuras amistad con el Narcotraficante Omar «Cura» Segundo que por su carrera policial, informó que una vez interceptado el vehículo descubrieron en su interior a cuatro ocupantes, posteriormente según él: se los identificó, demoró y se dió aviso a la fiscalía, la cual en sus palabras “decidió liberarlos…”
Pero la cuestiones se vuelven turbias cuando el mismo Ministerio Público fiscal sale a contradecir al comisario general, informando en un comunicado oficial que “nunca existió una detención judicial”, en lo que se refiere a que “jamás se dio conocimiento a un juez de turno” de los cuatro individuos demorados, y por lo tanto nunca se podría haber decidido ni la prisión o libertad de los mismos, lo que hace suponer que tampoco estuvo bajo conocimiento del Ministerio Público, la aprehensión policial de esos individuos, entonces… ¿Qué paso? ¿Detuvieron a personas y las mantuvieron en cautiverio, sin informar a las autoridades judiciales?
La suerte de los cuatro ocupantes de ese vehículo no habría sido otra que la libertad y el secuestro del auto a causa del resultado positivo de alcoholemia en el conductor, pero no dejan de inquietar los dichos del subjefe de policía, que nos hacen pensar cosas feas, como por ejemplo de que estarían deteniendo personas a espaldas de la justicia…
Sorprendería a su vez que el comisario general desconozca a éstas alturas que para detener personas es necesario primero que exista una orden judicial y además, que no le compete a la fiscalía decidir la liberación de detenidos.
Los “espías” de Massoni
Preocupan al mismo tiempo, las tareas desarrolladas la semana pasada, por los jefes de brigada y amigos del narcotraficante “cura” Segundo: Gabriel Casalnuovo y Juan Carrasco.
Primero confundiéndose con la gente en las marchas en contra de la megaminería llevadas a cabo en Rawson y después, deteniendo injustificadamente a los jóvenes activistas Payllalaf, Harris y Delgado en ruta 7 donde a su vez realizaron requisas ilegales del vehículo sin presencia de testigos ni de fiscales y además con brutalidad policial.