Miles de habitantes de uno de los barrios más pobres y densamente poblados de Hong Kong quedaron confinados en sus casas como parte del primer confinamiento decretado por las autoridades desde el comienzo de la pandemia de coronavirus.
La medida prohíbe salir del domicilio a unas 10.000 personas que residan en edificios situados en una zona geográfica delimitada, donde se ha registrado un número creciente de casos en los últimos días, a no ser que dispongan de un test negativo por coronavirus.
En un comunicado, el Gobierno del territorio semiautónomo chino anunció que prevé realizar test a todos los habitantes de esta zona del barrio de Jordan en 48 horas «para llegar a cero casos en este distrito». En este barrio, se han registrado 162 contagios confirmados entre principios de año y el 20 de enero.
Filas de personas aguardaban este sábado su turno para un test de diagnóstico pero también para recibir productos de primera necesidad proporcionados por las autoridades.
«Los habitantes tendrán que quedarse en casa para evitar los contagios hasta que tengan los resultados de sus test», declaró a la prensa la ministra de Salud, Sophia Chan, informó la agencia de noticias AFP.
Esta medida afecta a unos 150 edificios, y más de 3.000 policías fueron movilizados para garantizar que se respete el confinamiento.
La noticia de un confinamiento inminente fue publicada por la prensa local el viernes, y algunos medios afirman haber visto a habitantes salir de la zona antes de medianoche.
Hong Kong estuvo ya en alerta cuando se detectaron los primeros casos del nuevo coronavirus en China hace más de un año.
La ciudad, con grandes rascacielos, acumula menos de 10.000 casos y unos 170 muertos desde el comienzo de la pandemia.
Los aproximadamente 7,5 millones de habitantes de Hong Kong viven desde hace un año bajo distintos grados de restricciones, que parecen haber dado resultado para impedir que se disparen los contagios.
En los últimos dos meses, el territorio se vio afectado por una cuarta ola de infecciones y las autoridades han introducido nuevas restricciones.
Hubo brotes en el barrio de Yau Tsim Mong, una zona conocida por tener algunas de las viviendas más pequeñas del mundo.
En teoría Hong Kong es una de las ciudades más ricas del mundo, pero las desigualdades son flagrantes, pues sufre una penuria de viviendas y los alquileres son muy elevados. Muchos viven apiñados en espacios muy pequeños.