El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el argentino Rafael Grossi, se reunió hoy en Irán con autoridades el mismo día que vence el plazo impuesto por la República Islámica para que Estados Unidos levante sus sanciones y que el Gobierno acusó al flamante presidente Joe Biden de no cambiar nada con respecto a la política de su predecesor.
“Nada cambió. Biden afirma que la política de máxima presión de (Donald) Trump (con respecto a Irán) fue un fracaso total, pero la mantiene. El problema es que Estados Unidos se ha convertido en un adicto a las sanciones”, denunció Mohamad Yavad Zarif, canciller iraní y el hombre que personalmente negoció el acuerdo nuclear con Estados Unidos y el resto de las potencias mundiales en 2015, que luego Trump abandonó unilateralmente y reinstaló las sanciones.
“Necesitamos acciones, no promesas. Queremos ver un cambio de actitud para que no se vuelvan a repetir las arbitrariedades que comenzaron con con Trump”, agregó el ministro en una entrevista con el canal Press TV, reproducida por la agencia de noticias Sputnik.
Mientras el Gobierno iraní reclamaba a la Casa Blanca más celeridad y voluntad política para reactivar el acuerdo nuclear, el argentino Grossi intentaba evitar que la República Islámica avance aún más en su programa nuclear y termine de derrumbarse el ya comatoso acuerdo, del que aún participan las principales potencias europeas, Rusia y China.
Grossi dará una conferencia de prensa esta noche al regresar a Viena, sede del OIEA, según la agencia de noticias AFP. Por ahora, lo único que se sabe es que se reunió a puertas cerradas con el presidente de la Organización Iraní de Energía Atómica (OIEA), Ali Akbar Salehi.
Este funcionario iraní había explicado hace unos días que su Gobierno restringiría a partir del próximo martes ciertas inspecciones del OIEA a instalaciones no nucleares, incluyendo sitios militares considerados como sospechosos por las potencias occidentales, si Estados Unidos no levantaba las sanciones impuestas por Trump en 2018 cuando abandonó unilateralmente el acuerdo multilateral.
Ayer, el vicecanciller iraní Abas Araghchi adelantó en una entrevista de televisión que la fiscalización del organismo internacional, que es parte del sistema de la ONU, podría “ser reducida en un 20 a un 30%”.
“Esto no significa una retirada del acuerdo” de 2015, aclaró, sin embargo.
El escenario no es fácil para ninguna de las partes involucradas.
Biden no apoyó la salida del acuerdo nuclear en su momento y cuestionó duramente las sanciones, pero también busca mostrarse firme contra los Estados considerados rivales en Estados Unidos.
En Irán, en tanto, la decisión de Trump fortaleció a los sectores más conservadores en detrimento del Gobierno del reformista Hasan Rohani, el principal impulsor del acuerdo en el país, quien además ahora enfrenta la presión por la asfixia económica que generan las sanciones estadounidenses.
En este contexto, el vicecanciller iraní aseguró que están analizando la posibilidad de mantener “una reunión informal” con las potencias europeas firmantes, como propuso la Unión Europea, pero aclaró que primero lo hablará “con amigos y aliados como China y Rusia”.
Fuente: Télam