Los ahorristas en Argentina están más preocupados por la inflación desenfrenada que por una devaluación de la moneda que consuma sus pesos ganados con tanto esfuerzo.
Los residentes han acumulado activos vinculados a la inflación en las últimas semanas ante expectativas de que los precios al consumidor aumenten 40% este año. Al mismo tiempo, han estado vendiendo bonos vinculados al dólar, lo que demuestra que hay menos preocupación por una rápida caída del peso dado que el Gobierno espera que la moneda se debilite alrededor de 25% este año.
Los argentinos se están sumando a sus contrapartes en otras economías emergentes a medida que las preocupaciones por la inflación se apoderan del mundo en medio de expectativas de un mayor gasto en estímulos en Estados Unidos. Los inversores brasileños han estado acumulando bonos vinculados a la inflación en los últimos meses a medida que aumentan las expectativas de inflación, mientras que en Sudáfrica, el desempeño de los valores ligados a la inflación superan con creces a la deuda nominal. La Secretaría de Hacienda de México y el colombiano Banco Davivienda SA también han vendido bonos vinculados a la inflación este mes en medio de una fuerte demanda.
“El inversor busca cobertura en los bonos atados a inflación porque ve que la expansión monetaria a nivel global va a generar un proceso de inflación en los países y que, específicamente para los emergentes, el contexto de dólar débil va a encarecer los commodities, lo cual se trasladará a los precios internos y agravará la inflación”, dijo Mariano Calviello, Head Portfolio Manager de Fondos Fima de Banco Galicia.
Las preocupaciones por la inflación aumentaron en Argentina después de que los precios al consumidor subieran 4% en diciembre respecto de noviembre, el ritmo mensual más rápido en más de un año. La inflación superó 36% en 2020 y se espera que cierre 2021 en torno a 40%, según estimaciones de Banco Galicia, el banco más grande del país.
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Esto ha contribuido a que los depósitos bancarios vinculados a la inflación crezcan 36% desde el comienzo del año, a 60.500 millones de pesos (US$676 millones), según los últimos datos del banco central. Las entradas netas a fondos que invierten en activos vinculados a la inflación crecieron 51% desde principios de año hasta el 19 de febrero, según datos de la consultora bonaerense 1816 Economía & Estrategia.
“En Argentina, estos bonos siguen siendo una buena alternativa de protección en un contexto en el que las expectativas de inflación no están ancladas”, dijo Jorge Viñas, gerente de cartera de AdCap Asset Management en Buenos Aires.
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Durante el mismo período, los inversores retiraron alrededor de 3.600 millones de pesos de fondos de bonos vinculados al dólar, que pagan en pesos al tipo de cambio del día. Si bien el Gobierno continuará su política de permitir que el peso se devalúe lentamente, esto podría ocurrir a un ritmo más lento que la aceleración de los precios al consumidor. El ministro de Economía, Martín Guzmán, dijo a principios de este mes que su objetivo era permitir que el tipo de cambio oficial caiga a alrededor de 102,4 por dólar para fin de año.
El interés en los activos vinculados a la inflación es una señal de que el mercado cree que Argentina necesitará imprimir menos pesos en los próximos meses, después de obtener derechos especiales de giro, o DEG, del Fondo Monetario Internacional para realizar un próximo pago de deuda de US$300 millones, y aprobar un impuesto único a los ciudadanos más ricos para ayudar a financiar el gasto producto de la pandemia del año pasado.
“Los bonos CER podrían seguir demandados con la expectativa de atraso del tipo de cambio real de corto plazo y una inercia inflacionaria que seguirá jugando en febrero y marzo”, dijo Federico Furiase, economista de la consultora bonaerense EcoGO.