Como consecuencia de la recomposición de márgenes de las empresas, la falta de oferta en el mercado y el aumento de commodities claves para la fabricación, los precios de los autos aumentaron 39,5% en 2020, por encima del avance del dólar y la inflación el año pasado.
En las compañías que producen en la Argentina aseguraron a La Nación que la falta de autos, la suba del valor internacional del acero y la incertidumbre que generan el tipo de cambio y las demoras en las aprobaciones de importaciones determinarán que los precios de los 0km mantengan una tendencia alcista similar durante 2021.
Índice de Precios del Sector Automotor (IPSA) en base al Sistema de Información Online del Mercado Automotor (Siomaa) que procesa la Asociación de Concesionarios de Automotores (Acara) calculó que la suba de precios de 2020 fue de 39,5% (aunque, por la quita de bonificaciones durante el año por parte de las terminales hubo incrementos de varios puntos más, según contaron en el canal comercial). La inflación fue el año pasado de 36,1%, según el Indec, mientras que el IPSA estimó que una suba del dólar comercial de 38%.
Según el mismo documento de Acara, en enero aumentaron un 3,7% promedio, levemente por debajo del índice de precios al consumidor (4%) y del alza del tipo de cambio (4%).
«Hubo un aumento de costos de commodities, más impuestos internos en algunos autos y posiblemente algo de recuperación del año anterior», dijeron en el sector a LA NACION ante la consulta sobre las causas que impulsaron las subas de precios el año pasado, un año en el que el rubro fue fuertemente afectado en sus ventas y producción por la pandemia.
«Habíamos perdido mucho terreno», contó el CEO de una terminal local. «Creo que seguirá la misma tendencia, ya que hay que compensar volúmenes, o sea, mercados bajos, con más rentabilidad», anticipó el directivo. «Hay una alta presión por los precios de las commodities», aclaró un colega suyo al frente de otra firma. «El acero esta aumentando entre 20% y 30%. Creo que la presión sobre los precios continuará», pronosticó el empresario.
«El auto es un producto escaso», explicaron en otra firma local. «Muchas veces, el concesionario mete un 20% más de precio. Es difícil de controlar. Y lo hace porque no sabe cuándo va a reponer el auto, lo que tiene que ver con la aprobación de las SIMI (los pedidos de importaciones que hacen las empresas y debe aprobar el Gobierno)», señaló.
El directivo estimó que, como en 2011 y 2015, el mercado oficial volverá a estar determinado por problemas de oferta. «Los precios se pueden disparar en base a la incertidumbre que hay por el valor de reposición de la mercadería. Hoy, el dólar está planchado, pero no está claro qué va a pasar. La incertidumbre va a seguir. Las empresas no saben cuándo el Gobierno va a habilitar las SIMI. El año pasado, las terminales se las pasaron prometiendo autos a los concesionarios para que éstos se desprendan de unidades y vendan. Es que no sólo hay sobreprecios, sino que muchas veces se sientan encima y no los largan para no perder capital», explicó.
Las importaciones, en duda
En las últimas semanas, el Ministerio de Desarrollo Productivo mantuvo entrevistas con las diferentes empresas del sector con el objetivo de acordar un esquema de importaciones y dar previsibilidad para 2021. Las firmas enviaron sus proyecciones y la Secretaría de Industria, que conduce Ariel Schale, era la que debía aprobarlas. En el sector indicaron que las empresas recibieron menos de lo que hubieran querido, pero que se fueron conformes. Sin embargo, en los últimos días volvieron a haber reclamos desde parte del sector privado por los retrasos en aprobaciones de importaciones, algo que en la Secretaría de Industria descartó.
En los concesionarios, la preocupación por la escasa oferta apareció en el último comunicado de Acara. «Somos optimistas de que podemos tener un año positivo estableciendo un nivel de actividad con un piso de 430.000 patentamientos en el año, si contamos con la oferta y las medidas de incentivos necesarias», dijo Ricardo Salomé, presidente de la asociación.
«Sabemos que las terminales están acompañando también esta recuperación y van a aumentar el abastecimiento de vehículos en las próximas semanas, lo que va a facilitar que la oferta de unidades y modelos sea más dinámica aún. Con el esfuerzo que está haciendo toda la cadena de valor vemos posible que no solo nuestro sector crezca, sino también motorizar otras industrias asociadas y ser uno de los ejes de la recuperación», cerró.