El presidente de Argentina, Alberto Fernández, dijo este martes que quiere alcanzar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que convenga a su país pero será «muy cuidadoso» en la negociación.
El gobierno de Fernández se encuentra en diálogos con el organismo multilateral para alcanzar un nuevo programa que reemplace al acuerdo firmado en 2018 por el expresidente Mauricio Macri, que disponía de un crédito por US$57.000 millones, de los cuales se desembolsaron US$44.000 millones.
Argentina lleva meses en conversaciones con el FMI para reestructurar los términos de ese préstamo, el que se solicitó al no tener Argentina financiamiento externo en los mercados de capitales con la idea de enfrentar una crisis económica que finalmente disparó la pobreza y el desempleo.
El país, uno de los principales productores de granos del mundo, acumula tres años de recesión, donde sólo en el 2020 perdió más del 10% de su PIB, según analistas privados.
«Nosotros estamos trabajando para alcanzar un acuerdo (con el FMI)», dijo Fernández durante una gira por México. «Estamos tratando de encontrar un acuerdo de un crédito que (…) fue vergonzoso».
«Quiero ser muy cuidadoso con la negociación con el Fondo Monetario Internacional porque sé cómo ese crédito fue dado», agregó el mandatario, quien asumió el poder a fines de 2019. «Queremos encontrar un acuerdo pero tiene que ser un acuerdo que convenga a Argentina (…) que no le cueste a los argentinos más de lo que ya han debido soportar».
Según reportes de medios, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y sus aliados quieren retrasar el acuerdo de deuda con el FMI hasta que la pandemia del coronavirus se haya disipado. Tras ello, los acreedores de Argentina criticaron la política económica «errática» del Gobierno.
«Gran parte de lo que la prensa argentina hace es demonizar a Cristina: la quieren mostrar siempre como una persona disruptiva y alocada que promueve soluciones que poco tienen que ver con lo que a la Argentina le puede convenir», defendió Alberto Fernández.
«(El acuerdo con el FMI) es un problema que tengo que resolver yo y el ministro de Economía (Martín Guzmán) y que seguramente Cristina tiene opinión y seguramente la escucho pero es una decisión mía», finalizó el mandatario.
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