Así lo asegura un informe presentado por la Fundación Ambiente y Recursos Naturales, que también postula que los fondos para la lucha climática son insuficientes.
Al ambiente no le cierran las cuentas. Un informe presentado por la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) sobre el presupuesto destinado a la lucha climática en la Argentina para 2021 indica que por cada $1 que se presupuesta para cuestiones ambientales, se invierten $15 en aspectos que generan su degradación.
“Las transferencias para cuidados ambientales han quedado relegadas frente a la necesidad de generación de divisas por parte del Gobierno nacional”, afirma FARN en el informe, y agrega que “muchas de las partidas presupuestarias son contradictorias con los compromisos asumidos en materia internacional ambiental, como el Acuerdo de París, o cuestiones asociadas al Convenio sobre la Diversidad Biológica”, dos de los marcos internacionales más importantes en materia ambiental y climática a los que la Argentina adhiere.
Las partidas favorables al ambiente —por un total de $44.229 millones— representan el 0,5% de los gastos presupuestados para 2021, mientras que las contrarias alcanzan el 8,2%, con $682.717 millones destinados.
Siempre según FARN, las partidas dedicadas a actividades y acciones favorables para el cuidado del planeta son:
-Las vinculadas al transporte, especialmente al ferrocarril Roca: $7120 millones.
-Partidas asociadas a las energías renovables, por ejemplo las destinadas al Proyecto de Energías Renovables en Mercados Rurales (PERMER): $2127 millones.
-Obras dedicadas a la adaptación a los impactos del cambio climático: $5892 millones.
-Los fondos dedicados a la protección de ecosistemas, como el cuidado de los bosques y las áreas protegidas: $1752 millones.
-Partidas destinadas a la gestión del fuego: $282 millones.
De ese dinero, casi la mitad de los fondos provienen del exterior, especialmente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Fondo Verde del Clima (GEF) a través del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), indicó una de las autoras del informe, la investigadora María Di Paola a Carbono News. “Parece remarcar que no solo hay poco dinero dedicado a la conservación del ambiente sino que además es muy dependiente de la ayuda externa”, afirmó.
Las que resultan contrarias al ambiente son:
-Asociadas a las energías sucias (combustibles fósiles, energía nuclear y grandes hidroeléctricas): $575.586 millones.
-Incentivos al fomento del transporte en automóvil: $104.061 millones.
-Partidas asociadas a la minería: $355 millones.
El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible argentino, consultado por Carbono News, evaluó su presupuesto como “satisfactorio” y esgrimió como algo positivo que este año “el Presupuesto del Ministerio de Ambiente es más del doble que el del año pasado. Se pasó de $3000 millones en 2020 a casi $6500 millones.
A esos $6500 millones, calculan sumar $2000 millones extra, derivados de la creación del Fondo Nacional del Manejo del Fuego, “por lo que estimamos que durante 2021 vamos a triplicar los fondos aplicados por el Ministerio”, explicaron desde la cartera.
Nicole Becker, integrante de Jóvenes por el Clima, opinó que, a pesar de que lo ambiental está cada vez más en agenda, sigue siendo un tema que no es prioritario para los gobiernos. “El ambiente sigue sin ser una política de Estado, hay mucha palabra pero poca acción, la única forma de salir de la crisis del COVID-19 es con una recuperación verde, no seguir insistiendo en el mismo modelo de producción y consumo que también nos trajo la pandemia”.
Para María Di Paola hay una batalla real entre la crisis climática y la crisis económica. “Lo que ocurre es que la crisis económica lleva a replicar modelos de salida de crisis que después nos traen a la crisis sanitaria actual. Es un círculo vicioso que se termina retroalimentando porque son las mismas políticas”.
De acuerdo con FARN, los esfuerzos presentes en el corazón de la política económica anual no están puestos en el cuidado ambiental, sino a sostener el mismo modelo. “Las divisas van a depender netamente del sector energético y del agropecuario, que son las dos actividades que más emiten gases de efecto invernadero en nuestro país”, marcó la investigadora.
Lo que sí y lo que no
Bosques
En relación a la preservación de los bosques, FARN denuncia que el Fondo Nacional para el Enriquecimiento y la Conservación de Bosques Nativos —el principal mecanismo para su protección— no contará en 2021 con la totalidad de los fondos establecidos por la propia ley. Es decir, en lugar del 0,3% del presupuesto nacional, tan solo recibirá el 0,015%.
Por su parte, el Ministerio de Ambiente aseguró que en 2020 se giraron fondos a las provincias por $811 millones para preservar los bosques nativos, un 207% más que lo transferido en 2019.
El Ministerio también contó que este año se empezará a invertir en el sector forestal gracias a la donación del Fondo Verde del Clima —el Green Climate Fund, de la ONU, otorgó al país un pago de US$ 82 millones en reconocimiento por la deforestación evitada entre 2014 y 2016, que evitó a su vez la emisión de 165.000.000 toneladas de Gases de Efecto Invernadero—.
Gestión de incendios
En cuanto a las medidas para la gestión de los incendios, la valoración es ambigua. Según el reporte, el monto previsto para el Servicio Nacional de Manejo del Fuego no cubre la inflación acumulada de los últimos dos años, y representa tan solo el 0,003% del presupuesto nacional para 2021.
Por otro lado, FARN destaca como una buena noticia la creación del Fondo Nacional del Manejo del Fuego, que surgió en 2012, pero se pospuso su puesta en marcha.
“Durante la administración anterior los temas ambientales no tuvieron la trascendencia que corresponde y se le fueron quitando competencias como el Servicio de Manejo del Fuego”, lanzaron desde el Ministerio.
Lucha contra el cambio climático
Las partidas destinadas a luchar contra el cambio climático están vinculadas sobre todo a proyectos para encarar eventos como sequías o excesos hídricos, y a monitorear emisiones de efecto invernadero, dice el informe.
La energía es quizá el tema más preocupante. El 97% de lo destinado al sector energético va para las energías sucias, mientras que tan solo el 1% será para energías limpias y el resto corresponde a partidas etiquetadas por FARN como “inciertas”. Sobre este punto, el Ministerio conducido por Juan Cabandié prefirió no hacer comentarios, ya que compete a otra cartera.
Algunas claves del informe
-Los subsidios a la oferta de combustibles fósiles representan diez veces el presupuesto del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y cuatro veces los gastos presupuestados por el Ministerio de Salud frente a la pandemia de COVID-19.
-El 3,6% del total de las emisiones de la Argentina durante 2021 se desprenderán de actividades basadas en combustibles fósiles subsidiados. Es decir, contaminación financiada por el propio Estado.
-Por cada $1 invertido en energías renovables y eficiencia se invierten $184 en la generación con energías sucias, el triple desde el último análisis de FARN.
-Por cada $1 destinado al transporte que genera menores emisiones de GEI, se invierten alrededor de $5 en medios de transporte más contaminantes.
-En el sector minero se observan partidas presupuestarias por $355 millones contrarias al cuidado del ambiente, sin identificar ninguna destinada a su cuidado.
Fuente: Infobae