Según un informe que analiza datos oficiales, los precios de alimentos y bebidas subieron 335,2%, frente a un promedio del IPC de 310,6%; fuerte disparidad entre regiones.
Después de las frutas, la carne fue el alimento que más aumentó, con un 389,6%. En tercer lugar se ubicó el grupo de café, té, yerba y cacao, con un 348,6%.
En tanto, si se analiza cuánto aportó cada producto a la inflación total, la carne y sus derivados fueron los que más incidieron: un 37,4%. Es decir, hicieron un aporte mayor que su peso en la canasta, que es de 33,1%. Esto obedece a que el aumento de los precios de la carne fue superior al de otros alimentos.
Un caso opuesto es el de azúcar, dulces y golosinas. Explicaron un 3,6% de la inflación de alimentos y bebidas de los últimos cuatro años, mientras que, si la suba de sus precios hubiera sido igual al resto, tendrían que haber aportado un 4%. Los aceites, grasas y manteca son los alimentos que menos aporte hicieron a la inflación, con un 2,4% (su precio subió igual que el del conjunto de alimentos y bebidas sin alcohol).
En el último año, la carne explicó un 45,7% de la inflación de alimentos, el porcentaje más alto de los últimos 4 años, muy lejos de su ponderación.
En cuanto a la evolución de la inflación de alimentos y bebidas por regiones, hubo cuatro que tuvieron una variación superior al promedio nacional, lo que se puede explicar no solo por una dinámica diferencial, sino también porque las canastas se estructuran de manera diferente. En la región noreste la inflación punta a punta de alimentos y bebidas sin alcohol fue del 369,7%, seguida de Cuyo, con el 354%; la región pampeana, con el 346,5%, y el Noroeste, con el 344,7%. Debajo del promedio nacional quedaron el Gran Buenos Aires, con el 321,8%, y la Patagonia, con el 314%.
“Debe quedar claro que no se trata de diferenciales de precios entre una región y otra, sino de diferenciales de subas de precios. Esta disparidad de evolución de precios, en la medida que no sea compensada con una evolución diferencial de salarios de igual magnitud, genera cambios de poder adquisitivo que, en algunos casos, pueden ser significativos. Concretamente la región Noreste es la región más perjudicada por la inflación de alimentos y bebidas sin alcohol”, señala el informe del Iaraf.
Analizando el rubro Carne y derivados, el alimento de mayor ponderación en la canasta de alimentos y bebidas, se aprecia que el rango entre regiones fue de 96,1 puntos porcentuales en los últimos cuatro años. Es decir que en la región Noreste (425,1%) la carne subió 96 puntos porcentuales más que en la Patagonia (329%) en igual período.
Y si se mira la diferencia en puntos porcentuales de la variación punta a punta de los últimos cuatro años, se ve también que la mayor brecha en la inflación de alimentos y bebidas se dio entre la región patagónica, que creció 21,1 puntos porcentuales menos que el promedio nacional, y la región noreste donde creció 34,5 puntos porcentuales más que el promedio nacional. Es decir que la brecha entre ambas regiones fue del orden de 55,7 puntos porcentuales.
“Esa brecha fue mucho mayor que la correspondiente a la inflación general, que fue de 29,1 puntos porcentuales. Tuvo lugar entre el Gran Buenos Aires, donde creció 11,2 puntos porcentuales menos que el promedio nacional, y la región Cuyo, donde creció 17,9 puntos porcentuales más”, agrega el trabajo.