La Secretaria de Comercio, Paula Español, dijo que sería para controlar la inflación, en particular por los precios de los alimentos. Los contrargumentos de la agroindustria.
Un nuevo aumento de las retenciones a los productos agroindustriales “está en análisis”, dijo la secretaría de Comercio Interior, Paula Español, este viernes, en una entrevista con el programa “Habrá consecuencias” de Radio El Destape. Y argumentó que la posibilidad tiene el objetivo de controlar la inflación.
“Nos preocupa la inflación. Y las presiones en el precio de los alimentos las tiene todo el mundo. Argentina produce alimentos y los exporta. El problema es desacoplar los precios de exportación del precio interno”, afirmó la funcionaria.
Y volvió a expresar una frase que había generado mucha polémica entre los productores agropecuarios. “No me va a temblar el pulso para tomar las medidas que haga falta para cuidar los precios”.
Consideró que “las retenciones son precisamente eso, desacoplar los precios de los niveles internacionales. O un encaje, que hace que se pueda exportar, entren dólares, pero que una parte quede en el país a un precio más razonable”.
Contra argumentos de la agroindustria
Desde la agroindustria replican que de los dólares que ingresan por exportaciones de granos, un alto porcentaje no queda en manos de los productores: por los derechos de exportación y la brecha cambiaria, en el caso de la soja la captura de valor por parte del Estado es del 60% y en el caso del maíz y del trigo oscila alrededor del 45%.
Para justificar una eventual mayor presión fiscal, Español dijo que “hay 2 elementos que cuando se hizo el presupuesto no tenían esta magnitud: la segunda ola de coronavirus y la suba de los precios internacionales”. Y en relación a ese objetivo, afirmó que “la meta de inflación sigue siendo la del presupuesto”, pese a que la inflación de marzo, del 4,8%, augura complicaciones para sostener el 29% previsto como parámetro inflacionario para este año.
Precisamente, los comentarios mediáticos de Español surgieron en el contexto de lo informado este jueves por el Indec: una familia necesita $60.000 para no ser pobre. Al respecto, la funcionaria no expresó autocríticas por su gestión al respecto y responsabilizó al impacto de los precios internacionales sobre los alimentos. Dijo que “el girasol en un año subió 135% en dólares. Lo mismo pasa con la soja y el maíz. Todas esas presiones son mayores”.
En ese sentido, diversos datos de entidades de la agroindustria refutan ese criterio. Lo primero que advierten es que la soja, que tiene la mayor presión fiscal, con un 33% de retenciones, en el 90% de su volumen de producción por lo cual no tiene prácticamente impacto sobre los precios internos de los alimentos.
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires, ha demostrado que 7 de cada 100 pesos que cuesta un kilo de asado tienen que ver con el maíz para alimentar a las vacas. El trigo sólo impacta en un 12,6% en el valor del pan, especificó la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de la Argentina (FADA).
Lo mismo han argumentado desde otras organizaciones de la agroindustria. La mesa de enlace, por caso, consideró que “la inflación tiene más que ver con los impuestos y las distorsiones en las cadenas de precios que con el valor internacional de los granos”.
Sin embargo, Español insistió en que “para desacoplar los precios de exportación del precio doméstico hay que tomar medidas como los cupos, las retenciones o las declaraciones juradas”.