Mientras América Latina entra en la fase más crítica de la segunda ola de la pandemia de coronavirus, en Europa ya se habla de una tercera, Estados Unidos se prepara para un cuarto pico de contagios y, en Asia, sorprende el contraste entre países que sufren una cuarta ola y otros que empiezan a volver a la normalidad como China.
Lejos de atenuarse la propagación del coronavirus y la de sus nuevas variantes con la puesta en marcha de los distintos planes de vacunación a lo largo y ancho del planeta, la tendencia alcista de contagios se agudiza y hoy son más de 130 millones las personas que contrajeron la enfermedad.
Desde que se conoció el primer caso en diciembre de 2019, cuando China alertó sobre la situación, la pandemia de la Covid-19 se cobró la vida de más de 2,8 millones de personas.
Hoy, el gigante asiático no registra casi casos de transmisión local en su parte continental y es uno de los países que más cerca se encuentra de recuperar su vieja rutina.
Su capital, Beijing, comenzó a mediados de marzo a relajar las restricciones impuestas para contener el coronavirus y además de eliminar los testeos a viajeros provenientes de áreas nacionales de bajo riesgo y reanudar los medios de transporte entre la capital y otras ciudades, implementó un pasaporte para vuelos internacionales.
Si bien también eliminó los controles de temperatura, él Gobierno chino decidió mantener la ocupación máxima al 75% de la capacidad total de distintos espacios bajo techo y al aire libre, donde se realizan actividades culturales y de entretenimiento.
En cambio, Pakistán y Filipinas se vieron obligados a imponer bloqueos y restricciones para contener la nueva ola de la pandemia que avanza sin cesar y que en la capital filipina, Manila, amenaza con colapsar el sistema hospitalario, por lo que 24 millones de habitantes fueron confinados.
En medio de un importante repunte de los contagios durante las últimas semanas, India reportó casos diarios cercanos a los 90.000, cifras que se asemejan a las de septiembre pasado y que podrían conducir a nuevas medidas.
Europa
Por ese mismo camino se perfila el panorama del continente europeo, donde, en líneas generales, se atraviesan curvas de contagios alarmantes en medio de una tercera ola de la pandemia de la Covid-19 y algunos países intentaron volver a implementar restricciones.
Tal es el caso de Italia, con más de la mitad de las 20 regiones del país en zona de máximo riesgo epidemiológico, que se encaminó a un cierre total de los desplazamientos internos no justificados del sábado al lunes, con el fin de restringir los viajes durante Semana Santa.
Transitando su peor momento desde el inicio de la pandemia, Francia, anunció el miércoles último la extensión por cuatro semanas de las medidas de confinamiento y cierre de las escuelas.
A cuatro meses de iniciada la campaña de vacunación masiva y pese al esfuerzo del Gobierno que a mediados de marzo endureció las medidas de seguridad en las zonas más afectadas del país, de febrero a esta parte los contagios de la Covid-19 se duplicaron.
Su vecina España, que también se enfrenta a cifras altas de contagios, ya aplicó el uso del barbijo obligatorio en todo momento en el espacio público.
En un estadio más relajado y con más de la mitad de la población con anticuerpos, el Reino Unido dio un paso más en el desconfinamiento y desde el martes pasado se habilitaron las instalaciones deportivas al aire libre, las reuniones y celebraciones de fiestas de casamiento.
América Latina
La región de América Latina, por su parte, vive uno de los tiempos más oscuros de la pandemia con el colapso sanitario en Brasil ante las nuevas variantes, más contagiosas.
Mientras el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, pide a los gobernadores eliminar las cuarentenas, las estadísticas arrojaron que marzo fue el peor mes desde que comenzó la pandemia, con más de 60.000 fallecimientos, lo que elevó el total a 321.515 decesos, marca en la que solo es superado por EEUU.
Además, por lo menos 899 bebés de hasta un año fallecieron en Brasil víctimas de Covid-19 durante 2020, informó la ONG Vital Strategies.
Los estragos causados por la mutación brasileña se extendieron por Paraguay, que terminará su cuarentena estricta mañana; Uruguay, donde el Gobierno adoptó medidas como los cierres de free shop en la frontera con Brasil y de los centros termales en el litoral; y Perú, donde se extendió el estado de emergencia durante todo abril y se recomendó el uso doble del barbijo.
En la misma línea, con 16 de los 19 millones de habitantes confinados, Chile vive su segunda ola de contagios, más fuerte que la primera en mayo y junio de 2020, reportando más de 8.000 enfermos diarios en los últimos dos días, lo que mantiene saturada en un 95% la red hospitalaria.
En Bolivia, que atravesó la segunda ola a principios de año, la situación epidemiológica se mantenía relativamente estable.
No obstante, ante la gravedad de la situación en la región, optó por modificar su plan de vacunación y acelerar la inmunización en los municipios fronterizos con el gigante sudamericano.
América del Norte
No ajeno a la situación del continente, México superó la barrera de los 200.000 fallecidos pese a completar nueve semanas con cifras a la baja, una tendencia que, sin embargo, no disipa el temor a una nueva ola de contagios.
Tampoco se queda atrás EEUU, el país más afectado a nivel mundial, donde avanza la aceleración del ritmo de vacunación contra el coronavirus, pero también lo hace la propagación de los casos.
Más de 100 millones de estadounidenses ya recibieron al menos una dosis de los fármacos anticovid, pero en el último recuento realizado por la Universidad estadounidense Johns Hopkins se contabilizaron 69.822 nuevos infectados, lo que eleva el balance general a más de 30,61 millones de contagiados.