El hombre que embistió con su vehículo a dos policías en una barricada afuera del Capitolio de Estados Unidos, matando a uno de ellos antes de ser abatido por la policía sufría de alucinaciones, paranoia y tendencias suicidas, reveló una fuente oficial a The Associated Press el sábado.
Los detectives conjeturan que se trató de un incidente aislado, obra de un joven perturbado.
Un video del incidente ocurrido la tarde del viernes muestra al conductor saliendo del auto con un cuchillo en una mano para luego dirigirse corriendo hacia el par de agentes, dijo a los reporteros la jefa interina de la Policía del Capitolio, Yogananda Pittman. Los agentes balearon al hombre, Noah Green, de 25 años, quien falleció en un hospital.
Los investigadores se están enfocando en la salud mental de Green mientras tratan de encontrar los motivos de la agresión, dijo la fuente, que habló con la AP a condición de mantener el anonimato al no tener autorización para discutir públicamente el asunto. Añadió que los detectives hablaron con los familiares de Green, quienes relataron que éste sufría de alucinaciones.
Green se describió como seguidor de la Nación del Islam y de su fundador, Louis Farrakhan, y señaló que cuando pasaba un momento difícil se apoyó en su fe, según mensajes recientes publicados en internet que ya fueron retirados. Los mensajes fueron recogidos por el grupo SITE, que rastrea la actividad en línea.
“Para ser honesto, estos últimos años han sido difíciles, y estos últimos meses han sido más difíciles”, escribió. “He estado a prueba frente a algunos de los retos más grandes e inimaginables en mi vida. Estoy desempleado en la actualidad después de dejar mi trabajo debido en parte a aflicciones, pero en última instancia, en busca de una travesía espiritual”.
Se trató de la segunda muerte este año de un elemento de la Policía del Capitolio, que sigue luchando para recuperarse de la insurrección del pasado 6 de enero. El ataque pone en evidencia que el edificio y la zona —así como los agentes asignados para su protección— siguen siendo objetivos potenciales de incidentes violentos.
La policía identificó al agente fallecido como William Evans, un veterano con 18 años de servicio que era miembro de la unidad de primeros auxilios del departamento.
La región de Washington sigue en vilo casi tres meses después de que una multitud de insurrectos leales al expresidente Donald Trump irrumpieron en el Capitolio mientras el Congreso votaba para certificar la victoria de Biden en las elecciones presidenciales.
Cinco personas murieron en el asalto del 6 de enero, incluido el agente del Capitolio, Brian Sicknick, que era parte del reducido contingente de policías que intentaba repeler a los intrusos.
Fuente: El Nuevo Herald