Cinco jóvenes arquitectos de la Universidad Nacional de Córdoba conformaron un grupo especial para brindar asesoramiento a vecinos afectados por los incendios en la cordillera. Movilizados por la tragedia, decidieron agruparse para dar una mano a aquellos que perdieron todo. En diálogo con Crónica, contaron su experiencia ayudando a los que más lo necesitan.
Nicolás Aguirre, Julia Vicuña Godoy, Martina Doleatto, Santiago Argüello y Camila Arias, decidieron unirse para ayudar a vecinos de la comarca andina que fueron afectados por los incendios forestales. Martina, oriunda de Córdoba, actualmente reside en San Martín de los Andes.
La joven contó a este matutino que la idea de reunirse con sus compañeros fue “hacer un plan integrado de espacios en común. Los vecinos están enfocados en reconstruir cada uno su vivienda, pero no hay un plan de comunidad o de espacios en común. Lo que estamos haciendo es trabajar en territorio, brindando un asesoramiento más personificado a las familias que ya estaban levantando sus casas”.
La entrevistada resaltó que el panorama que se vive en la cordillera es “desolador y conmovedor” y que la gente tiene ganas de quedarse en su lugar de origen, para que a futuro haya un lugar mejor que el de antes.
Según Doleatto, “el Estado está completamente ausente y las intenciones que tienen son muy distintas a las que tienen las personas afectadas por los incendios. Han llegado propuestas de desplazamiento, de llevarlos a otro lugar, pero los vecinos quieren seguir viviendo en este lugar.
Acá saben que la megaminería es posible y este es un escenario muy estratégico para que la actividad se dé. Pero ellos quieren resistir y quedarse acá”, señaló.
Por su parte, Santiago Argüello sostuvo que “nos conmovió la situación, más estando tan cerca. Cuando llegamos, creamos un consultorio de hábitat emergente, porque la idea es incorporar gente de otras disciplinas al grupo, no solo trabajar entre arquitectos. Lo que vimos fue que muchas familias estaban arrancando sus viviendas, pero muchos ni siquiera tenían los cimientos. Nosotros les acercamos un plan para que vean cuáles son las etapas principales.
Dejamos un boceto a cada familia para que puedan tener una idea. Es positivo esto, porque ahora la gente lo que más necesita es mano de obra”, concluyó el arquitecto.