Desde la propia Casa de Gobierno, en Rawson, habían organizado una banda que se ocupaba de pedir coimas y pagar sobresueldos (a ellos y a otros leales a su causa). También utilizaban fondos del Estado para lavar activos; adquirir propiedades o realizar mejoras en las que ya tenían.
Por la causa Embrujo fue el único que quedó detenido. Ahora, tras el fallo por la causa Revelación, se le ratifica a Diego Correa que será el único que deberá cumplir una pena importante tras las rejas.
Fueron muchos exfuncionarios del tercer gobierno de Mario Das Neves los que participaron de las maniobras, pero a la hora de responder el único que tendrá un tiempo largo de meditación en la cárcel será Diego Correa, aquel policía federal que el exgobernador conoció cuando era titular de la Aduana nacional.
Hasta este martes a la mañana, también Víctor Cisterna, Alejandro Pagani y Martín Bortagaray pasarían un corto tiempo en la cárcel, pero un tribunal de segunda instancia entendió que no lo merecían, sino que bastaba con que cumplieran arresto domiciliario con tobilleras electrónicas.
El lunes se conocieron las condenas en primera instancia en la causa Revelación y ya allí se pudo apreciar que Correa volvía a ser el chivo expiatorio, dado que el resto recibió penas que hoy se pudo comprobar que no les harán pasar en prisión más tiempo que el que estuvieron cuando fueron detenidos hace tres años, al estallar las dos causas más grandes de corrupción de este siglo en Chubut: el 7 de marzo de 2018 la denominada “Embrujo”; y el 23 de mayo del mismo año la que se conoció como “Revelación”.
LOS NOTABLES
En ambas causas aparecieron involucrados notables del pasado mediato e inmediato, como el exdiputado nacional (2001-05) Víctor Cisterna; Alejandro Pagani (titular de Infraestructura en el último gobierno de Mario Das Neves, aunque había tenido influencia en los anteriores); los denominados alguna vez “jóvenes brillantes” Gonzalo Carpintero, Alberto Gilardino y Federico Gatica; el exministro de Economía, Pablo Oca; el extitular del IPV, Martín Bortagaray; y el inefable Diego Correa, quien a juzgar por los hechos era el verdadero hombre fuerte del último gobierno del malogrado Das Neves.
Estos fueron los dirigentes de más peso que llegaron a juicio, donde también se sentaron en el banquillo otros de menor rango y particulares que hicieron sus negocios con dineros del Estado.
Tal vez la jueza Ivana González –integró el Tribunal que juzgó la causa Revelación- fue quien mejor sintetizó el daño ocasionado por quienes integraron un gobierno que debía velar por los intereses comunes de todos los chubutenses.
“Fueron circunstancias graves y tenemos que tener en cuenta la expectativa de pena”, dijo en alusión a la cantidad de años a los que fueron condenados Cisterna, Pagani y Bortagaray (7 años y medio el primero y 4 años y ocho meses los otros dos).
“Se trata de ex funcionarios públicos y esta condición está relacionada con las posibilidades concretas de fugarse”, añadió la magistrada al reclamar la prisión de efectivo cumplimiento para los citados, sin privarse de destacar la “mesura” con la que se manejó el fiscal Marcos Nápoli, mencionado en los últimos días para integrar el Superior Tribunal de Justicia.
Además de los arriba citados, en esta causa también fueron juzgados el exministro de Economía, Pablo Oca, y el restante exsecretario privado de Das Neves, Gonzalo Carpintero. Ambos recibieron la pena justa para evitar la cárcel; es decir lo mismo que habían acordado el año pasado con el fiscal Nápoli en un juicio abreviado que finalmente no prosperó.
Aunque se los condenó a 3 años de prisión de efectivo cumplimiento, ambos se fueron a sus casas por el tiempo que ya habían estado en la cárcel y con arresto domiciliario.
EL EMBRUJO
La causa Revelación llegó a juicio un año después que la denominada Embrujo, donde los únicos condenados a prisión fueron Diego Correa y Diego Lüthers. El primero recibió entonces 10 años y en esta ocasión 5 y medio.
En la causa Embrujo, Lüthers mereció una condena de 5 años, pero ya tiene acceso a salidas transitorias.
Los otros condenados entonces –salvo Cristian Gisande- fueron todos particulares que una vez concluido el juicio partieron a sus casas: Daniela Souza; Natalia McLeod; Sandro Figueroa; Juan Carlos Ramón; Rubén Darío Reinoso; Jorge Aníbal Godoy y Federico Gatica.