El presidente Alberto Fernández pidió a los argentinos «no acostumbrarse a vivir con 300 a 400 muertes diarias» por coronavirus, reconoció lo «incordiosa» que es la vida con las medidas para evitar la propagación de la enfermedad y sostuvo que el Gobierno nacional hace «un enorme esfuerzo para conseguir las vacunas» que permitan avanzar con la campaña de inmunización a nivel nacional.
Al participar a través de una videoconferencia del acto en el que la provincia de Buenos Aires celebró las primeras 3 millones de personas vacunadas en su territorio, el jefe de Estado pidió a los argentinos «que no bajen los brazos» y sostuvo que el compromiso del Gobierno es conseguir más vacunas y trabajar por aquellos «que están en la peor situación».
«Los que sientan que las medidas que estamos tomando los están dejando al margen de la realidad social, sepan que nuestra primera obligación, hoy, en el cumpleaños de Evita, son los últimos. Primero los últimos», subrayó el mandatario, frase que marca su Gobierno ya que fue el compromiso que expresó en su primer discurso al asumir, antes que existiera la pandemia, que llegó unos pocos meses después.
El acto tuvo como escenario central a la localidad bonaerense de Pilar, lugar en el que la provincia celebró haber alcanzado aquello que el gobernador Axel Kicillof calificó como un «primer hito» y que es la inmunización de 3 millones de personas que integran grupos de riesgo y personal estratégico sanitario, educativo y de seguridad.
Fernández, al inicio de su alocución, pidió disculpas por no haberse hecho presente en el lugar pero comentó que debió dedicar tiempo de su mañana a pulir detalles del proyecto de ley que anunciara la semana pasada para establecer parámetros epidemiológicos que le permitan a Nación y a las provincias tomar medidas sanitarias acordes con cada etapa de la pandemia.
«Es el proyecto que me comprometí a mandar para que no sigamos teniendo los vaivenes a los que nos somete la Justicia con su peculiar modo de ver las cosas», dijo en alusión al fallo de la Corte Suprema que cuestionó la constitucionalidad del Decreto Presidencial que suspendió las clases presenciales en el Área Metropolitana de Buenos Aires y convalidó la «autonomía» de la Ciudad de Buenos Aires para definir ese aspecto.
Por otra parte, anunció que en la madrugada del sábado lapartida de un nuevo vuelo a Moscú en busca de más dosis de la vacuna Sputnik V, y subrayó que, desde junio de 2020, la Casa Rosada trabajó con el único objetivo de «conseguir vacunas para los argentinos», sin importar «el laboratorio o la ideología del gobierno» que las fabricaba.
Además, recordó que fue él uno de los primeros líderes que planteó, en el foro del G-20, que se considere a las vacunas como «un bien global» y que, en aquel entonces, sólo consiguió la adhesión de los presidentes de Francia y México, Emmanuel Macron y Andrés López Obrador, respectivamente.
«En soledad también planteé que era inadmisible pensar en bloqueos», dijo Fernández y sostuvo la necesidad de tener «un criterio humanitario frente a la pandemia».
En lo que se refiere al plano internacional, el mandatario dijo que «la vacuna ahora parece haber entrado en otro escenario» luego de que el Gobierno de los Estados Unidos se pronunciara a favor de una flexibilización de las patentes de los fármacos.
El discurso de Kicillof
Con anterioridad, Kicillof destacó la «inmensidad» de la campaña de inmunización en un territorio provincial de 307 mil kilómetros cuadrados, que necesitó de la disposición de 700 vacunatorios.
«Nos quieren comparar con jurisdicciones de 200 kilómetros cuadrados, afortunados ellos que quieren aparecer como comparables», señaló en clara referencia a la Ciudad de Buenos Aires.
En ese sentido, señaló las «dificultades» que imponen un territorio extenso, con vías de comunicación y de conectividad diversas, para luego destacar la «cantidad de cosas que se hicieron de manera invisible» que permitieron alcanzar a 3 millones de inoculados y a 6 millones de inscriptos.
Kicillof subrayó que la provincia vacunó al 100% del sistema de salud, a todos los mayores de 70, a los mayores de 60 con enfermedades preexistentes y que ahora se comenzará con los mayores de 40 con comorbilidades.
«También hemos vacunado a 100 mil porteños, lo hicimos con generosidad y orgullo», añadió.
Por último, criticó a quienes atacan al Estado y señaló que la campaña contra el coronavirus ha demostrado «la excelencia que se puede tener cuando hay recursos, cuando están las capacidades y cuando está la entrega y el patriotismo del sector público».