El pueblo chubutense de a poco está cobrándose la traición de estos funcionarios declarándolos “personas no gratas”, tanto en establecimientos públicos como en localidades de la provincia.
El Maitén ya hizo historia al convertirse en la primera ciudad chubutense en declarar “persona no grata” al propio gobernador de la provincia Mariano Arcioni.
Recordemos que Gabriela De Lucía y Roddy Ingram integran la lista de los 14 diputados provinciales que votaron a favor de la aprobación del proyecto de zonificación minera, a espaldas del pueblo, el 15 de diciembre de este año.
Estos sujetos de penosa existencia cuyos presuntos intereses económicos con las empresas mineras prevalecieron ante la voluntad del pueblo que los votó, ya no pueden salir tranquilos gracias al lapidario ajusticiamiento que se está llevando a cabo en manos del pueblo.
Esta semana, la diputada De Lucía no pudo ir a “arreglarse las mechas” para recibir noche buena, debido a que faltó poco para que la echen a los empujones de una peluquería. Tuvo que irse del establecimiento con la cabeza baja y la marcha acelerada.
Según nos cuentan, De Lucía tiene terror de que circule su dirección domiciliaria, sin embargo, ya habría un numeroso grupo de personas que tiene esa información y estaría pasándola mediante mensajería privada, debido a que hacerla pública en las redes involucraría la comisión de un delito.
El hijo de Roddy Ingram por su parte, tuvo que pagar las bochornosas decisiones de su padre al tener que abandonar una cervecería a la que asistía con un grupo de amigos luego de recibir abucheos por parte de los presentes. Una moraleja que sería una clara expresión de las consecuencias que implica el hecho de obrar mal y ensuciar el apellido, aquellos que viven con decisiones honestas y pueden mirar a sus familiares a la cara gozan de la libertad de caminar con la frente en alto.
No nos gustaría estar en los zapatos de estos nefastos personajes, sabiendo que de a poco sus lujosos estilos de vida en nuestra provincia se reducirían a tener que disfrazarse para no ser dramáticamente reconocido en la vía pública y no puedan asistir a ningún punto de la provincia libremente.
A pesar de que ahora, tanto el gobernador como los mismos diputados pro-mineros cambiaron abruptamente de opinión (por miedo) y derogaron el mismo proyecto de megaminería que aprobaron previamente; cada vez más chubutenses, lejos de ser indulgentes, proponen que la fecha “15 de diciembre” sea recordada a perpetuidad como “el día de la traición”, recomendando que todos los años se realice una marcha conmemorativa en repudio a los diputados que traicionaron la voluntad del pueblo.
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