El jueves arrancó con la bronca popular reconvertida en movilización. Miles de chubutenses se autoconvocaron para protagonizar una tarde histórica donde se produjeron múltiples marchas y vigilias en ciudades y pueblos de la provincia.
Los manifestantes repudiaron de manera pacífica la zonificación que habilitó la megaminería, pero en Rawson las cosas fueron distintas.
De golpe y sin que nadie lo previera comenzaron los incendios en la Casa de Gobierno, desatando una enorme represión. ¿El caos pudo haber sido provocado intencionalmente? Hasta esta madrugada circulaba la versión de que se decretaría un presunto «estado de sitio» en Chubut.
Durante toda la tarde del jueves la manifestación pacífica en Rawson contra la zonificación minera se desbordó cuando se desató el incendió en varias dependencias de la Casa de Gobierno y en las oficinas del Superior Tribunal de Justicia.
Los incidentes desataron, otra vez, una violenta represión policial. Rawson se transformó en un campo de batalla donde la policía tiraba con balas de goma y gases lacrimógenos. Los manifestantes respondían con piedras y barricadas de fuego para evitar el avance de las fuerzas de seguridad.
Desde que arrancó el fuego comenzaron a verse imágenes que generaron fuertes dudas sobre el inicio de los incidentes. Mientras que en la noche anterior la Legislatura había sido custodiada por más de 200 policías, el jueves la Casa de Gobierno estaba casi en soledad y sólo quedaban algunos vallados que fueron tirados. Parecía zona liberada.
Los manifestantes denunciaron que en el inicio de los incidentes se observó a efectivos policiales actuar en los tumultos, inclusive existe una imagen que muestra el supuesto inicio del incendio de Fontana 50. Esa toma genera muchas dudas.
La Casa de Gobierno curiosamente estaba muy poco custodiada justamente cuando se preanunciaba la llegada de una multitud que se iba a manifestar en estado de revuelta social. El día anterior la Infantería salió a «cazar» en camionetas a todos los que circulaban por Rawson, pero curiosamente en la noche del jueves la capital provincial parecía una zona liberada hasta que se desatara el caos que justificaba la represión.
Lo sucedido con los incendios tiene cuanto menos un relevante margen de duda. Se hace evidente la estrategia política de victimizar a los victimarios, mucho más cuando durante toda la noche y la madrugada se largó a circular la versión de que Chubut iba a ser declarada en «estado de sitio» como producto del caos imperante en Rawson. En paralelo, otra nueva «cacería» de manifestantes se desarrollaba en la capital.
En una provincia que tiene alrededor de 600 mil habitantes, entre 20 y 30 mil manifestantes salieron ayer a las calles a repudiar la zonificación minera. Con los incendios se vuelve demonizar a los que protestaron, mientras las víctimas pasaron a ser victimarios en la prensa más cercana al gobierno. De ese modo se instaló mediáticamente que los «violentos» no aceptan la democracia en la que los diputados aprueban una ley ampliamente repudiada, lo que justificaría de hecho una respuesta violenta del Estado no ajustada a derecho.