El fiscal que investigó el caso de “la manada” y fue autor de la célebre y triste frase “fue un desahogo sexual” para justificar el accionar de quienes se los acusaba por violar en grupo a una chica; otra vez hizo alarde recientemente de su tendencia a empatizar con individuos retorcidos.
Juan Orlando Juárez era hasta hace unos días un médico perteneciente al cuerpo pericial del Superior Tribunal de Justicia, que intervenía paradójicamente haciéndoles exámenes ginecológicos por mandamiento de la justicia, a menores de edad sospechados de ser víctimas de abuso sexual en diferentes causas.
La cuestión es que al Dr. Juárez el año pasado se le descubrió que sus dispositivos estaban repletos de pornografía infantil. Todo comenzó con un seguimiento de IP que las fuerzas de seguridad norteamericanas hacen cotidianamente en las profundidades del mundo cibernético. En uno de esos relevamientos terminaron descubriendo una larga lista mundial de consumidores en la cual se habría descubierto que Juárez formaba parte.
El doctor Juárez habría descargado ese material de la “Deep Web” en sus dispositivos contando con una aplicación en su notebook que permitía el tráfico del contenido protegiendo el anonimato de los autores.
La NCMEC (National Center for Messing and Explotied Children) envió un alerta internacional. Pero el fiscal general de Rawson Fernando Rivarola no habría movido un pelo al enterarse de los hechos y el médico por increíble que parezca siguió revisando menores de edad sin que ningún dictamen fiscal se interpusiera.
Para el momento en que el Superior Tribunal de Justicia chubutense se enteró y decidió tomar cartas en el asunto, Juárez ya había revisado 270 niños en el cumplimiento de sus funciones.
Como consecuencia la “Red Alto al Tráfico y la Trata de niños, niñas y adolescentes” (RATT) con la representación provincial de Miriam Vázquez exigió la destitución y juicio político de Rivarola por incumplimiento de los deberes del funcionario público.
Se hablaba bastante de cómo se “fermentaban” los expedientes en el escritorio de Rivarola, pero pareciera que este funcionario tuviera una predilección por evitar investigar a los violadores, pedófilos y demás individuos indeseables, no sabemos bien por qué.
El Superior Tribunal de Justicia de Chubut, recién este martes efectuó la exoneración del médico de sus funciones en el poder judicial, eso significa que lo dejan fuera del organismo.
La firma al final de la resolución son de puño y letra de los ministros Daniel Báez y Ricardo Napolitani.
La fiscalía de Trelew por su parte fue catalogada por Miriam Vásquez como “pedófila”, por lo tanto cabe preguntarnos ¿Estamos ante un ministerio público fiscal provincial que defiende a los pedófilos?