El intendente, Adrián Maderna, encabezó este miércoles la apertura del periodo de sesiones ordinarias de este año en el Concejo Deliberante.
El acto se desarrolló en el Concejo Deliberante con un número limitado de personas. Teniendo en cuenta la escasez de espacio en el recinto y los protocolos por Covid-19, se estableció un cupo de 40 personas invitadas.
“Es uno de los discursos más difíciles que me ha tocado preparar en mis años de intendente», comenzó diciendo Maderna: «La violencia se hizo presente y eso derivó en imágenes que quedarán en nuestra retina para siempre y situaciones que tendrán un lugar entre las páginas más oscuras de nuestra historia”.
“Se ha llegado a extremos, que ya forman parte del foklore local, como decir que me vieron a mí personalmente repartiendo pollos o no sé cuántas barbaridades más”, agregó.
Tal como se espera que fuera, el intendente improvisó y se salió del discurso escrito: “Quiero expresar que los primeros 4 años de gestión no hubo una sola obra de Macri, destruyendo el ánimo de la gente. Quiero destacar el gran apoyo que tenemos ahora del Gobierno Nacional con obras”.
“Este gobierno tiene las expectativas de mejorar la calidad de vida de la gente y reconocer los errores. Tampoco se acepta ningún tipo de acto de violencia. En ningún contexto. No hay ciudadanos de primera y segunda. Abrimos la puerta a todo el mundo”, continuó.
“Las puertas abiertas para seguir con un proceso diario donde los funcionarios tendrán 22 meses para romperse el lomo en todas las áreas”, concluyó Maderna.
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