Se trata de un grupo de padres que tienen problemas para vincularse con sus hijos por decisiones del Juzgado de Familia N°2 de Comodoro Rivadavia. No fueron recibidos por ninguna autoridad.
Padres, madres y abuelos vienen exigiendo hace varios meses respuestas a las autoridades para acelerar los tiempos de la Justicia y así reencontrarse con sus seres queridos.
Sin embargo, y pese a la difusión de sus casos, los tiempos de la Justicia no coinciden con los de ellos y continúan sin poder acariciar o abrazar a los menores.
Por eso, un grupo de padres y otros familiares iniciaron este lunes una nueva protesta; esta vez en la sede de la Defensoría General, ubicada en la calle Sarmiento al 500, la cual se mantendrá estos días.
F. (31), uno de los padres, describió que el primer día de protesta en Defensoría reclamaron “la revinculación con nuestros hijos porque para la gran mayoría de los padres legalmente están dadas las condiciones para volver a ver a los hijos, nietos, sobrinos”, aunque “por una cuestión burocrática de la jueza, de las autoridades de Defensoría, no tenemos respuesta de porque no nos podemos acercar a ver a los nenes”.
Según F, la mayoría de los familiares impedidos de ver a sus seres queridos tiene raíz en decisiones del Juzgado de Familia 2 de Comodoro Rivadavia, a cargo de Guillermina Sosa. “En la mayoría de los expedientes figura el nombre de ella como jueza interviniente. Sabemos que vinieron tres jueces nuevos que salieron sorteados para acceder a los Juzgados de Familia”, graficó el padre, añadiendo que Sosa “es la gran autora material de todo este tipo de trabas. La gran mayoría de padres hemos presentado pruebas de que no se obra en consecuencia de una solución pacífica, pensando en el menor”.
El hombre contó que “hay casos de padres denunciados por violencia de género y que se ha comprobado que no ha sido así”, citando como ejemplo un caso “en un horario donde el padre estaba trabajando”.
UN NUEVO CASO EN EL JUZGADO DE FAMILIA Nº2
F. hace un año y cinco meses que no ve a su hijo de 7 años por una “falsa denuncia de violencia de género”, afirmó. “La madre de mi hijo volvió a la casa después de hacer la denuncia y se comprobó que fue falsa. Me pidió perdón frente a las autoridades del Juzgado (de Familia) y ellos mismos le dijeron `cállate porque se nos viene el caso a pique´. Se lo dijeron a ella enfrente mío; tengo grabaciones de lo que estoy diciendo”, denunció el padre.
Acotó que “estoy en condiciones de poder ver a mi hijo. Tuve una perimetral de cuatro meses. Pactamos un régimen de comunicación más amplio con la madre de mi hijo. Eso se cumplió solo por diez días y la última comunicación con ella fue el 8 de diciembre del 2020”.
A partir de esa fecha, contó que “intentamos mediar y hablaba con mi hijo una vez cada 20 días, tres semanas, y llevo la cuota alimentaria”. Sin embargo, en ese tramo “la discusión se tornó un poco grave y no estábamos pensando en el nene. Me fui y no lo pude volver a ver más”.