En octubre las regalías petroleras cobradas por Chubut llegaron a 37,2 millones de dólares y confirmaron la tendencia de estancamiento que se viene dando en los últimos meses. Aunque subió la producción de crudo Escalante subió el mes pasado, las regalías tuvieron una variación ascendente mínima respecto del mes anterior. La combinación de precios internacionales a la baja y la producción perdida generaron que la provincia desaproveche casi todo un año para aumentar su recaudación. La perspectiva para el 2023 es muy compleja porque aumentarán los pagos de deuda que se efectúan con regalías petroleras.
Los datos de lao Secretaría de Energía mostraron que en octubre Chubut recaudó solamente 37,2 millones de dólares por regalías petroleras y marcó una suba de apenas 0,85% respecto de los 36,9 millones del mes anterior.
El estancamiento de las regalías se produjo a pesar del aumento de la producción que reveló El Extremo Sur, la que representó que en octubre se extrajeran 123 mil barriles más que en el mismo mes del año anterior.
El problema para las arcas de la provincia fue que bajó la cotización del crudo Escalante, pasando de los 84,5 dólares de junio para descender a los 71,5 dólares de octubre, mientras que respecto de septiembre la retracción fue de 3,3 dólares por barril.
El impulso que debió generar la suba productiva no se reflejó en mayores regalías a consecuencia del retroceso del precio del barril de petróleo.
Estado intencionalmente ausente
Si el precio del crudo sigue retrocediendo lentamente el impacto para la provincia será aún mayor porque no hay demasiados elementos que puedan confirmar que las operadoras mantengan el alza constante los niveles de producción.
Lo que por ahora es una reducción con estancamiento de las regalías puede convertirse en un problema mayor para lo que resta del año y el comienzo del que viene.
Es ahí donde se observa claramente la falta de injerencia que viene protagonizando el Estado provincial a la hora de incidir sobre los niveles de producción que se necesitan en Chubut, dejando en manos de las operadoras petroleras las subas y las bajas en función de sus propios planes operativos y no de las necesidades recaudatorias de la provincia.
Compleja perspectiva futura
El panorama es incierto en el contexto internacional en torno de los precios de los commodities y sus variaciones, tanto por la guerra en Ucrania como por el expansivo proceso inflacionario que desata crisis económicas en buena parte del planeta.
Haber desaprovechado casi todo 2022 para aumentar la recaudación, impulsando la producción sobre la base de los mayores precios internacionales, ha sido un gravísimo error político de la actual administración provincial que encabeza Mariano Arcioni.
Para 2023 el escenario será aún más complejo y de difícil equilibrio para la provincia porque la gestión arcionista renegoció la deuda en dólares y pasó la mayoría de los vencimientos para el año que viene y los cuatro posteriores.
Deuda pagada con regalías
Esos vencimientos de deuda en dólares se cancelan con regalías petroleras que directamente no ingresan a las arcas de la provincia. Cuando los pagos aumenten las regalías que ingresen a la provincia serán menores y por consiguiente el Estado contará con menores fondos provenientes de la extracción petrolera.
Este 2022 concluirá con pagos de deuda efectuados con regalías que ascenderá a los 85,7 millones de dólares, pero para el 2023 ascenderán a los 120 millones y en el 2024 treparán a los 135,3 millones. Ese es el nivel de impacto que tendrá la deuda en moneda extranjera desde el año que viene y lo peor sucederá en el ’24 ya que los vencimientos se duplicarán respecto de este año.
Ese combo puede ser explosivo y extremadamente complicado con vistas a un 2023 donde asumirá una nueva gestión y se encontrará con esta bomba de tiempo activada para explotar en cualquier momento.
Si el Estado provincial no interviene en el manejo del sector petrolero y marca los ritmos productivos de los recursos naturales, la situación se pondrá más que compleja para Chubut y quedará casi exclusivamente librada al desenvolvimiento de los precios del crudo.