Las alarmas se prendieron el viernes pasado en el Pueblo del Molino cuando una médica veterinaria encontró al animal sin vida en plena vía pública. Como es habitual en este tipo de situaciones, envió una muestra a analizar sin sospechar el resultado final.
En diálogo con diario La Portada, el subsecretario de Bromatología, Inspección e Higiene, Mario Jones, explicó que de inmediato empezaron a aplicar el protocolo de intervención estipulado por ley frente a la aparición del positivo de rabia en murciélago.
Destacó que pusieron en marcha un plan para el control del foco y que desde el lunes llevan adelante una vacunación antirrábica tanto de perros como de gatos. La estrategia de inoculación cubrió un radio de 200 metros, tal como marca la legislación.
Barrido
El personal del organismo municipal hizo un barrido. La vacunación fue obligatoria en todos los domicilios de esa zona delimitada. “Estamos hablando de un asunto de salud pública. Sí o sí tenemos que proceder a la inoculación”, acentuó.
Planteó que es necesario hacer principal hincapié en los felinos debido a que son cazadores. “La rabia es una zoonosis de origen viral que afecta el sistema nervioso central de todos los mamíferos. Se transmite a través de la saliva”, acotó.
La primera vez en la zona
Jones aseguró que no es un hecho para alarmarse, pero sí para ocuparse y seguir bien de cerca. “En la región patagónica desde el año 95 no se detectaba un positivo. En Esquel y Trevelin nunca se había dado. Es la primera vez”, amplió.
Advirtió a los vecinos que en caso de observar un murciélago muerto en la calle deben comunicarse automáticamente con la Municipalidad. “Hay que taparlo con un balde y dejarlo así hasta que venga un profesional”, añadió.
En la nota con este medio, el funcionario municipal indicó que aprovecharán la ocasión para impulsar una campaña de vacunación antirrábica en diversos puntos de la localidad e instó a la población a que acerquen sus mascotas. “Hay que reforzar la tenencia responsable”, sostuvo.