El Vaticano anunció el martes la renuncia de un obispo polaco responsable de una diócesis en el sur de Polonia donde un sacerdote había organizado una orgía.
«El Santo Padre ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la Diócesis de Sosnowiec (Polonia) presentada por Su Excelencia el Obispo Grzegorz Kaszak», indicó un comunicado del Vaticano sin dar una razón para la decisión.
A sus 59 años el obispo de Sosnowiec, Grzegorz Kaszak, quedó así destituido tras el escándalo ocurrido en sus diócesis en septiembre.
La parroquia de Dbrowa Górnicza se hizo desgraciadamente famosa en toda Polonia y más allá de sus fronteras por culpa del escándalo de la orgía organizada por el padre Tomasz Z en la Rectoría. Otros dos hombres participaron en la cita con el cura; uno era un sacerdote y el otro un trabajador sexual.
Los participantes de la fiesta consumieron pastillas, pero uno de ellos hizo una sobredosis que obligó a llamar una ambulancia.
Según fuentes del periódico La Gazeta Wyborcza, el invitado del clérigo supuestamente perdió el conocimiento en algún momento por el consumo de drogas. Uno de los participantes en la fiesta llamó a la ambulancia, pero no se les permitió entrar a los médicos. Fue necesaria la intervención de la policía para que ingresaran.
Según la prensa polaca, la diócesis de Sosnowiec confirmó que el 12 de septiembre «el párroco de St. La Santísima Virgen María de los Ángeles en Dbrowa Górnicza informó por escrito a la Curia Diocesana de Sosnowiec sobre la ‘intervención de la ambulancia y de la policía’ en el departamento de uno de los sacerdotes».
«El padre Tomasz Z y otros dos laicos han cometido una violación muy grave de las normas morales, que la Iglesia no tolera y condena enérgicamente. El incidente se ha convertido en motivo de gran escándalo para los fieles y de justificada indignación pública», indicó luego la web oficial de la diócesis.
En el momento del escándalo, el obispo Kaszak envió una carta a los sacerdotes en la que escribió, entre otras cosas que la reacción ante el mal cometido debe ser la penitencia, valorando que «poner una etiqueta a todos los sacerdotes de Dbrowa Górnicza está mal», y cualquier generalización a este respecto es injusta.
El obispo subrayó que todo culpable será castigado según el derecho canónico, independientemente del veredicto del tribunal penal. Pidió disculpas a todos aquellos «entristecidos, afectados y escandalizados».
«También soy consciente de la responsabilidad que tengo como obispo. Si he hecho algo mal, he cometido un error o he descuidado algo, lo lamento mucho. Y, por supuesto, estoy dispuesto a aceptar todas las consecuencias asociadas a ello», escribió Kaszak.
Un mes más tarde, el Papa lo destituyó. En su lugar, Francisco ha nombrado al arzobispo Adrian Galbas de Katowice como administrador apostólico de la sede vacante.
Los medios de Polonia, un país de tradición católica, citaron otros dos escándalos anteriores en la misma diócesis. En el primer caso, el director de un seminario local fue supuestamente sorprendido cuando estaba teniendo relaciones sexuales en un club gay.
En el otro incidente, un sacerdote de 46 años mató presuntamente a un diácono 20 años menor que él antes de arrojarse debajo de un tren.