Luego del fracaso de la reunión del Consejo del Salario, el Gobierno anunció que fijará una suba del 15% sobre el salario mínimo vital y móvil en febrero. Así, el valor pasará de $156.000 a $180.000 este mes. Hacia marzo subirá otro 12% y llegará a los $202.800.
Como resultado de la decisión, la remuneración base en la Argentina será equivalente a US$215 este mes. Ese valor queda como el más bajo entre un grupo de nueve países sudamericanos relevados por TN.
De acuerdo con este sondeo a partir de datos oficiales, el ranking de los sueldos mínimos queda de la siguiente manera:
Argentina: US$215;
Perú: US$269,87;
Brasil: US$286,14;
Colombia: US$332,26;
Bolivia: US$341,80;
Paraguay: US$367,11;
Ecuador: US$460;
Chile: US$478,40;
Uruguay: US$569,73.
Laura Caullo, economista del IERAL, aclaró que el salario mínimo vital y móvil en la Argentina es más bien una referencia para la política asistencial que para las relaciones laborales. “Se usa como referencia para el pago de planes, como el Potenciar Trabajo, pero para ver el nivel de salarios, lo mejor es usar el índice RIPTE, que publica la secretaría de Trabajo”, explicó.
Ese último indicador, que estuvo alrededor de $484.000 en diciembre pasado, es el promedio de las remuneraciones de los trabajadores estables (formales) y equivaldría a algo más de US$578. Sin embargo, Caullo también reconoció que el salario mínimo vital y móvil tiene una trayectoria similar a la de los sueldos del sector informal, que todavía es muy amplio en la Argentina.
“La idea es atrasar el salario mínimo en meses de alta inflación, por eso no se actualizó en enero. Al observar la evolución de poder adquisitivo a valores de este mes, el salario mínimo perdió un 32% contra febrero del 2023. Se licuó un tercio. La falta de ajuste también ayuda a reducir el gasto asistencial, que calculamos tiene que bajar medio punto del PBI para lograr la reducción del déficit”, afirmó Caullo. Y añadió: “Por otra parte, el salario mínimo también se usa como múltiplo para determinar el piso a partir del que se paga el impuesto a las Ganancias, así que cuando no se actualiza, más gente queda alcanzada por ese tributo”.
Más allá de la referencia del salario mínimo vital y móvil, todas las remuneraciones en la Argentina acumulan varios años de deterioro debido a la alta inflación. Los privados calculan que el sueldo promedio tuvo una caída de 20% con respecto a la inflación en 2023.
Para qué alcanza un salario mínimo en la Argentina
Aun con el aumento que anunció el Gobierno, el poder de compra de un salario mínimo en la Argentina es escaso.
Por ejemplo, al comparar ese valor contra los indicadores de costo de vida que releva el INDEC, se obtiene que $180.000 apenas costean el 30% de la canasta básica para una familia de cuatro personas, que en enero llegó a $596.823. En tanto, esa cobertura asciende al 63% si solamente se tiene en cuenta el costo de la canasta básica alimentaria -que marca la línea de indigencia-, que fue de $285.561 según la medición oficial del mes pasado.
Al comparar el salario mínimo con la canasta mensual de crianza que publica el INDEC, y que muestra el dinero necesario para mantener a menores de 12 años, la remuneración base también se queda corta. Según el último reporte, se requieren entre $208.489 y $248.303 por mes (según la edad) para dar cuidados a las infancias.
Finalmente, el salario mínimo tampoco resulta suficiente para hacer frente a un alquiler. En la mayoría de los lugares, ni siquiera con ingresos que dupliquen esa cifra se puede acceder a un departamento de dos ambientes. Según datos de la plataforma Zonaprop, alquilar una propiedad de esas características en enero costaba un promedio de $405.218 en la Ciudad de Buenos Aires; $335.845 en la zona norte del conurbano bonaerense; y de $236.770 en la zona oeste.