La inflación desaceleró en enero, pero aún así se mantuvo por encima del 20% y los alimentos, el rubro más sensible para el bolsillo de cualquier grupo familiar, tuvieron un incremento del 20,4% en el primer mes del año. De esta manera, los productos contemplados dentro del ítem “alimentos y bebidas no alcohólicas” alcanzaron una suba anual del 296,2% entre enero de 2023 e igual mes de este año, según la medición del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).
De acuerdo al último estudio publicado por el organismo, los incrementos más marcados dentro del rubro alimenticio se dieron en la zona de la Patagonia, donde registraron un aumento interanual del 313,9%.
Las demás regiones aún no cruzan la barrera del 300%, pero no se mantienen lejos. Las subas fueron del 297% en el noroeste, de 295,8% en Gran Buenos Aires y la región Pampeana, de 293,8% en Cuyo y de 287,2% en el Noreste.
Si se analizan los demás rubros que componen el IPC, se observa además que un sólo ítem tuvo un incremento más pronunciado que el de los alimentos y bebidas. Se trata de “Bienes y servicios varios”, donde están comprendidos los artículos de tocador, servicios para el cuidado personal y otros bienes y servicios diversos (311,4%).
Los demás rubros medidos por el Indec estuvieron por debajo de la inflación de los alimentos, aunque tuvieron un comportamiento similar los ítems de “Equipamiento y mantenimiento del hogar” (285% de aumento anual) y “Salud” (276,3%).
Los aumentos más pronunciados
Si bien el incremento promedio de los alimentos fue del 296,2%, hubo algunos productos en particular que tuvieron subas muy por encima de la media. El caso más llamativo es el del arroz blanco simple, que no sólo tuvo variaciones de precio producto de la inflación, sino que además sufrió de los duros efectos de la sequía. En la presentación de un kilo, ese producto saltó de $198,02 en enero de 2023 a $2.046,61 en igual mes de este año (933,54% de suba interanual).
Fuera de ese caso, se encuentran muchos otros productos con incrementos de precios por encima de la media, pero con porcentajes siempre debajo del 500%. Es el caso del tomate entero en conserva, cuyo precio pasó de $140,67 a $823,78 (485,61% de suba). Completó el podio de aumentos la lata de arvejas secas remojadas, con un ajuste total anual del 471,76% (pasó de $108,93 a $622,82).
También figura en la lista de los artículos alimenticios de mayor aumento el paquete de 500 gramos de los fideos secos tipo guisero. De acuerdo a la medición del Indec, el valor pasó de $207,95 a $1.125,02 en el período analizado (441,01% más caro).
Apenas por debajo figura la naranja. El valor por kilo de ese producto era de $203,25 en enero de 2023 y llegó a $1.096,93 en el mismo mes de este año, con lo que cerró el período de 12 meses con un aumento en góndola del 439,69%.
También forman parte del “top ten de aumentos” otros tres productos de almacén. Se trata del azúcar (417,29% de suba), la sal fina (409,70%) y el café molido (379,54%).
En el noveno y décimo puesto hay dos cortes de carne. El kilo de cuadril, que costaba $1.414,62 en enero de 2023, se vende ahora a $6.603,24 (366,79% más), mientras que la carne picada común por kilo saltó de $750,61 a $3.469,9 (362,28%).
De igual manera se pueden encontrar muchos otros ejemplos de alimentos que subieron por encima del promedio del rubro alimentos (296,2%) y por arriba de la inflación general del último año (254,2%). Sin ir más lejos, sólo durante enero hubo productos que llegaron a triplicar la inflación general, como es el caso del café molido, que subió un 70,5%, contra un IPC de 20,6%.