La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, encabezó este viernes la presentación formal de las nuevas autoridades del Servicio Penitenciario Federal (SPF) en un acto que se realizó en la Escuela Penitenciaria Doctor Juan José O’Connor en Ezeiza. De esta manera se produjo la asunción de Fernando Martínez y Diego Alejandro Morel como director y subdirector del SPF, respectivamente, quienes ya estaban en funciones desde hace algunos días.
Bullrich mencionó en su discurso la importancia de la “continuidad en el marco de una conducción en la fuerza” y resaltó que “no puede ser conducida por un Vatayón militante”, en referencia a la agrupación kirchnerista que cobró notoriedad en 2012 cuando una investigación periodística reveló que organizaba las salidas transitorias de presos para actividades partidarias. Además, pidió que la tarea penitenciaria sirva como “el tránsito de la delincuencia para llegar a un argentino de bien”. Por eso dijo que entre el Ministerio y el Servicio Penitenciario “trabajaremos para bajar la reincidencia y que la sociedad no esté tan insegura”.
Estuvieron presentes, además, quienes se desempeñaron como director y subdirector del organismo en el mandato anterior, Juan Eduardo Velarde (ex director nacional) y José Luis Guarino (ex subdirector) y el actual Subsecretario de Asuntos Penitenciarios, doctor Julián Marcelo Curi. La ceremonia se extendió por una hora y diez minutos.
Bullrich reconoció a ambos ex funcionarios “que han conducido el SPF y que hoy se van siendo en su corazón penitenciarios. Hay que reconocer su tarea profesional, este recambio institucional genera este momento. En nombre del Presidente y en el mío propio les agradezco el servicio prestado a la Patria”.
Luego destacó “la continuidad en el marco de una conducción en la fuerza. Que no haya más interventores, que se crea que tienen más conocimientos que los que se formaron por años. Nuestro objetivo es que esta continuidad siga. Esta es una institución solventada por los argentinos. Es el último bastión de la sociedad frente a los delincuentes. Hay que entender que la institución no es ni política ni politizada, no puede ser conducida por un ‘Vatayón militante’. Los penitenciarios deben defender a 46 millones de argentinos”.
Sobre las tareas en las cárceles instó a “tratar de que (los presos) salgan, que no vuelvan a delinquir y que entren nuevamente a la sociedad. La cárcel debe servir como tránsito de la delincuencia a un argentino de bien”.
La ministra advirtió que “por más amenazas que nos realicen, desde el sistema de detención de alto riesgo van a tener cada vez menos derechos porque no podemos darle más derechos a que usen los teléfonos públicos para mandar a matar gente en Rosario. Los que sembraron el terror no tendrán comunicación. Acá llegó el orden, desde el ministerio: de este lado, los penitenciarios y del otro lado, los delincuentes. Vamos a dotar a las cárceles de tecnología”
“Sabemos que no tenemos las mejores instalaciones, pero (el subsecretario) Curi y nuestra gente, trabajaremos juntos para bajar la reincidencia y que la sociedad no esté tan insegura, agregó.
“Hay que prevenir a tiempo los delitos que se pueden cometer. Estamos trabajando para que no hay un preso con celulares ni facas para que puedan estar empoderados frente a los penitenciarios. No vamos a permitir que se dé vuelta la historia, que los penitenciarios vuelven a ser las víctimas, por los casos de tortura”.
Por último les pidió a todos aquellos que dirigieron el Servicio Penitenciario y que estuvieron en el acto, incluidos los salientes Velarde y Guarino, que “no se separen del servicio, queremos que aporten su experiencia, que ayuden a las nuevas autoridades para que los ciudadanos confíen. Que no sea la cárcel la que repita el delito. Como equipo hay que lograr las metas institucionales, con capacidad de resguardo pero también de reinserción”.
Antes había hablado el nuevo director, Martínez, quien también remarcó que el traspaso institucional fuera “transparente, algo que no ocurría hace más de 30 años”. Sobre los motivos que lo llevaron a aceptar su designación describió que “tomé la decisión de asumir porque me duele la situación, esta institución fue abandonada, humillada, dejada de lado, se la fue desfinanciando.
“Asumí pensando que mis hijos no se vayan del país, que los penitenciarios no se dediquen a otra profesión. Estamos asolados por el crimen trasnacional, somos los que tenemos que poner orden para que esto no pase. Sabemos que contamos con el apoyo del ministerio. Una de las tareas será conseguir las plazas necesarias para que no estén superpobladas las cárceles”, añadió.
El cambio de autoridades en la cúpula lo había decidido Bullrich a mediados de marzo de este año, para darle su impronta a la fuerza. Velarde había sido designado en octubre de 2023 por Martín Soria, ex ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación durante la gestión de Alberto Fernández. Mientras que Guarino era un funcionario de carrera que llevaba más de 10 años en su cargo.
Con el regreso de Bullrich al Ministerio en el que ya había estado con Mauricio Macri la funcionaria pidió que el SPF pase a estar nuevamente bajo la órbita de Seguridad, en lugar de estar dentro de la cartera de Justicia con el objetivo de unificar tanto las investigaciones como las tareas vinculadas a la inteligencia criminal.
A comienzos de año, en enero, la ministra había designado a Julián Curi como jefe del Servicio Penitenciario Federal. Curi había sido su abogado en causas penales en las que había estado implicada.
Curi contaba con experiencia en la gestión pública ya que en 2016 fue subdirector nacional Migraciones en la gestión de Bullrich y funcionario del Ministerio de Seguridad del gobierno porteño de Macri cuando a cargo de la cartera estaba Guillermo Montenegro, ex juez federal y actualmente intendente de Mar del Plata. También estuvo como representante del Ministerio del Interior en la presidencia de Macri en la Comisión Nacional para los Refugiados.
En el momento de tomar la decisión de remover al director y al subdirector del Servicio Penitenciario Bullrich le había contado a Infobae que “cambiamos porque era momento de cambios pero no porque los anteriores directores estuvieran involucrados con esta situación” (la de Rosario). La noticia de la llegada de Martínez y Morel se conoció el 13 de marzo, el mismo día que Bullrich viajó a esa ciudad santafesina tras varios hechos de violencia y asesinatos de civiles por parte de bandas narco en esa provincia. Por eso la ministra trató de desvincular las designaciones con esa situación. “Quiero pedirles disculpas -a los jefes salientes del SPF-, porque la información se supo justo ese día, pero no tiene nada que ver con lo que pasa en Rosario”, le aclaró Bullrich en esa ocasión a Infobae.
Morel y Martínez, los reemplazantes, “son personas que vienen a cumplir nuestra filosofía. Nosotros queremos que todos los presos trabajen en las cárceles, que haya orden y que los penales sean lugares de rehabilitación, y que ningún interno pueda tener contacto ni siga siendo jefe de ninguna banda”, también detalló la responsable de Seguridad.
Morel había trabajado en el SPF durante la presidencia de Macri, desempeñándose como inspector general y también en los protocolos para detenidos de alto riesgo. Martínez, en tanto, es un funcionario de carrera dentro del Servicio Penitenciario.