El jefe de la Inteligencia del Ejército israelí, Aharon Haliva, renunció a su cargo después de admitir errores durante el brutal ataque de Hamas. Haliva se convirtió en el primer alto cargo de las Fuerzas Armadas en dimitir por los fallos que permitieron el ataque ocurrido el 7 de octubre pasado. El ataque de Hamas causó la muerte de alrededor de 1200 personas y dejó a más de 240 secuestradas y llevadas a la Franja de Gaza.
En una carta dirigida al jefe del Estado Mayor israelí, Herzi Halevi, y compartida por el Ejército, Haliva expresó que la Dirección de Inteligencia, bajo sus órdenes, no llevó a cabo su labor de manera efectiva. El jefe de la Inteligencia militar estaba de vacaciones el día del ataque y, según informes de los medios israelíes, no pudo ser contactado por teléfono cuando el Ejército comenzó a notar señales de un posible ataque desde la Franja de Gaza. En su carta de renuncia, Haliva expresó su pesar y asumió la responsabilidad por los trágicos eventos, afirmando que cargará con el dolor de la guerra.
El Ejército israelí emitió un comunicado en el que agradeció a Haliva por sus 38 años de servicio, durante los cuales contribuyó significativamente a la seguridad del Estado de Israel tanto como soldado como comandante. Haliva seguirá desempeñando sus funciones hasta que se designe a su reemplazo.
Haliva no es el único alto cargo israelí que ha admitido responsabilidad por los ataques de Hamas. El jefe de la agencia de inteligencia interior israelí, el Shin Bet, y el propio Herzi Halevi también han reconocido su responsabilidad en lo sucedido y se espera que presenten su renuncia una vez que se estabilice la situación de seguridad. La ofensiva israelí en Gaza, que comenzó en respuesta al ataque de Hamas, ha continuado durante más de seis meses y ha provocado la muerte de más de 34,000 personas según el ministerio de Salud gazatí.
El Ejército israelí inició una investigación interna sobre el ataque de Hamas a finales de febrero y se espera que las conclusiones sean presentadas a principios de junio.