Los hongos medicinales se vuelven cada vez más populares en forma de gotas, polvos y suplementos. Estos hongos, como la melena de león, el piopino, el black pearl king y otros, ganan fama como remedios para aliviar la ansiedad y la depresión, mejorar las funciones cognitivas, reducir el colesterol y combatir el insomnio.
Históricamente, los hongos son apreciados en la cocina, utilizados en platos de pasta italianos y sopas japonesas, e incluso como sustitutos de la carne. Sin embargo, en la actualidad, se les atribuyen propiedades medicinales y se promocionan como posibles curas para una amplia gama de dolencias. Se pueden encontrar en forma de extractos, kits de autocultivo, tinturas madre y suplementos, entre otros productos derivados.
Aunque se realizan estudios sobre los efectos de los hongos desde hace muchos años, la mayoría de las investigaciones serias se llevan a cabo en ratones, y los resultados no siempre se trasladan a los seres humanos. A pesar de esto, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) tiene actualmente dos compuestos de hongos esperando aprobación formal para el tratamiento de la depresión, y en Canadá se permite el uso de hongos en personas con enfermedades terminales.
Uno de los hongos más populares en la actualidad es la melena de león, que se utiliza para el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas, como el Parkinson y el Alzheimer. Se cree que Hipócrates descubrió sus propiedades antiinflamatorias y su capacidad para cauterizar heridas. Sin embargo, el alcance curativo de estos hongos sigue siendo un misterio para los científicos, y en la práctica, los hongos siguen siendo considerados como remedios sin respaldo científico.
Además de sus posibles propiedades medicinales, los hongos son una fuente importante de nutrientes. Son ricos en proteínas vegetales, vitaminas D y B, aminoácidos esenciales, fibra y minerales. Como alimento, los hongos tienen un gran valor nutricional.
En internet se pueden encontrar una gran variedad de productos derivados de hongos medicinales, pero es importante tener en cuenta que su eficacia y seguridad no siempre están respaldadas por evidencia científica sólida. Antes de utilizar cualquier suplemento o producto a base de hongos, es recomendable consultar a un profesional de la salud para obtener información y orientación adecuada.