Uno de los mejores aliados para combatir las altas temperaturas del verano es el aire acondicionado. Es el aparato que más eligen los usuarios para refrescarse, a sabiendas de que a fin de mes verán reflejado el consumo de estos en su factura de luz. A partir de ahora se suma un producto innovador que está impreso en 3D que funciona para refrescar las habitaciones sin el uso de la electricidad.
Rameshwari Jonnalagedda, una licenciada en arquitectura recibida de la University College de Londres (UCL, por sus siglas en inglés), creó un aire acondicionado ecológico a base de arcilla, el cual no consume electricidad. Estos tienen la forma de un termitero y son fabricados mediante una impresora 3D. El nombre de este innovador invento es TerraMound.
Jonnalagedda buscaba innovar en el diseño de los aires acondicionados para intentar reducir el consumo de energía. En principio, este proyecto iba a ser una tesis para un máster de diseño que estaba cursando, pero fue tan buena la idea y la realización, y tomó tanta repercusión, que el método pasó a analizarse como una opción factbile para la construcción de viviendas en un futuro.
Mecanismos naturales de enfriamiento
Los aires acondicionados que se utilizan en los hogares o en las oficinas funcionan por medio de un proceso de enfriamiento evaporativo que permite bajar la temperatura del ambiente. En el caso del TerraMound, su creadora investigó los mecanismos naturales de enfriamiento que existen en los termiteros, por eso adoptó su misma forma, debido a que gracias a la estructura porosa que presentan tienen la capacidad de refrigerar de manera eficaz todos sus compartimientos internos.
“Mi objetivo principal era experimentar con células porosas con geometrías de superficies mínimas y explorar el potencial de las geometrías de superficies elevadas”, comentó Jonnalagedda en una publicación de su cuenta de LinkedIn. Donde además contó: “estas superficies mínimas impulsan la innovación en diversos campos, como el aeroespacial, la medicina o la ciencia de los materiales”.
Esta creación está compuesta por arcilla de terracota, que presentan distintos tipos de geometrías de superficie, permitiendo así que se pueda imitar algunas estructuras de la naturaleza. El principal problema a la hora de materializar este aparato fue la complejidad para replicar las formas de los termiteros, pero gracias a la potencia de la impresora 3D Delta WASP se pudieron fabricar las piezas, que posteriormente tuvieron que ser cocinadas en un horno para ensamblarlas.
La licenciada explicó en la página web del proyecto que su invento funciona como un ventilador de escritorio y que su funcionamiento es muy sencillo. Se debe aplicar un poco de agua en la parte superior del aparato y esta se va filtrando a través de las rendijas. Allí es cuando el artefacto comienza a absorber la humedad para facilitar el enfriamiento del ambiente mediante la evaporación.
El verdadero potencial de este invento está en la posibilidad de poder ampliar el concepto utilizado para replicarlo a gran escala, como por ejemplo en las construcciones de casa o edificios. Este sistema puede ser aplicado en las fachadas de las viviendas, ya que su diseño permite que el control de la ventilación sea eficiente.
El prototipo de este artefacto no es 100% autónomo, ya que en su base tiene un pequeño ventilador eléctrico que funciona con pilas, que es el que permite crear ese efecto refrigerante. Además, gracias a su tamaño también puede ser utilizado como un elemento decorativo para el hogar, y al ser un objeto impreso existe la posibilidad de que el dispositivo se pueda solicitar con un diseño personalizado.