En exclusiva, el número uno de Compañía de Tierras Sud Argentina, la empresa de la familia Benetton en el país, adelantó su apuesta a nuevos proyectos de hidrógeno verde, minería y para la industria forestal.
Compañía de Tierras del Sud Argentino, la pata local del holding de la familia Benetton, es el mayor propietario de tierras del país y sus negocios empiezan a trascender su core agropecuario con disruptivas diversificaciones. Su CEO, Agustín Dranovsky, adelantó a El Cronista que el grupo encara un mega proyecto para producir hidrógeno verde en la Patagonia argentina y avanza en un proyecto minero en el norte.
La empresa acaba de ser parte de una fusión millonaria entre su frigorífico Faimali y Estancias de Patagonia, la empresa de ganaderos asociados y mayor productor de carne ovina patagónica. Para esa unidad de negocios tiene proyectos también, de mayor desarrollo para su producción kosher, potenciar la producción vacuna, llegar con carne ovina a Estados Unidos y hasta desarrollar la faena de guanacos.
Dranovsky asegura que la empresa seguirá creciendo e invirtiendo en el país como lo hace hace cuatro décadas, aun cuando no se pueden girar dividendos.
-¿En que se enfocarán tras la fusión de Faimali y Estancias?
Viene muy ágil la transición y ya estamos trabajando en los planes a futuro como desarrollar mercados y aprovechar el volumen que tenemos juntos para optimizar la producción. Estamos tratando de aumentar uno de los negocios que es la producción kosher, que ya teníamos en Faimali. Ahora, al tener más hacienda con Estancias, clasificar mejor y mandar la que es más apta para ese tipo de producción. Tratamos de aumentar el volumen: veníamos de 200 toneladas y queremos llevarlo a 300 toneladas.
-¿Hay demanda local para esa producción kosher?
El grueso de esa demanda es de exportación pero estamos empezando a tener algunos contactos para hacer productos destinados al mercado interno. Hay supermercados y restaurantes que trabajan con productos kosher y es ahí donde estamos empezando a mirar y a hacer vínculos para abastecerlos.
-¿En cuanto a la producción ganadera tienen otros proyectos?
Estamos viendo si podemos avanzar en el proceso productivo, en otro tipo de productos procesados de carne para darle la mercadería a una cadena de supermercados o a los clientes. Ahora también vamos a poder atender a algunos mercados, que antes al tener dos plantas separadas, no había escala suficiente como para generar el volumen y atenderlos.
-¿Qué tipo de procesados lanzarían?
Podríamos llegar con la bandeja directamente a alguna sucursal o hacer un producto como hamburguesas o milanesas, productos feteados o embutidos. Estancias es el principal abastecedor de La Anónima. Los nuevos procesados podrían venderse bajo la misma marca de Estancias o directamente con la etiqueta del supermercado.
-¿Apunta a nuevos mercados de exportación?
Nos gustaría estar en Estados Unidos. Ahí tengo un trabajo importante para hacer, pero la escala tal vez no nos permitiría pensar en abastecer ese mercado. Todavía no hay carne ovina argentina en Estados Unidos. Tenemos que abrir el mercado y trabajar con Senasa para formalizar la apertura. También queremos abrir mercados que paguen mejor porque valoren la calidad y certificaciones que tienen los productores en Patagonia, como nosotros en Compañía y Ganadera Condor que estamos certificados como orgánicos, o RWS (de lana responsable).
-¿Hay potencial para desarrollar otro tipo de animales?
Hay un potencial grande en la faena de guanacos. Como Famali, hicimos en 2018 la primera exportación de carne de guanaco a Bélgica y después no se le pudo dar continuidad. Hay demanda en el mundo como carne exótica. Se debe encontrar el cliente, pero tenemos que terminar de coordinar internamente en la provincia y poder tener un plan de faena que nos permita darle continuidad todos los años. Hoy no hay cría de guanaco en las estancias. Incluso es un problema para los productores porque baja el stock ovino y el guanaco viene creciendo, comiendo la comida que era para ellos. También hay cuestiones más políticas de si es un animal autóctono, que en algunas provincias puede, en otros como Santa Cruz hay tantos que ya se puede considerar incluso una plaga.