Cada voto cuenta. En un final “cabeza a cabeza”, Donald Trump y Kamala Harris salieron este martes a disputarse el electorado latino a solo dos semanas de las cruciales elecciones presidenciales del 5 de noviembre.
El candidato Donald Trump participó en una mesa redonda con exponentes de la comunidad hispana de la Florida, un bastión republicano donde sus seguidores le pidieron “restaurar los valores bíblicos”, mientras que la actual vicepresidenta demócrata dio una entrevista a Telemundo, una de las cadenas en español más importantes de la televisión estadounidense.
En un escenario de enorme paridad, ambos candidatos se disputan unos 17,5 millones de votos de la comunidad latina -la mitad de los que están en condiciones de votar-, en especial en los “swing states”, los siete estados bisagra que votan por un candidato y no por un partido y que suelen cambiar de color político en cada elección.
“Los votantes latinos se preocupan por la inflación y el alto costo de la vida. Quieren salarios más altos, costos bajos para el acceso médico, se preocupan por ampliar el acceso al aborto y a la salud reproductiva, quieren un control de armas más sensato y asegurarse que el medio ambiente sea protegido. Son conscientes del cambio climático y sus efectos”, afirmó a TN el referente hispano Jerry González, CEO de GALEO Impact Fund, una organización que busca expandir el poder político hispano en el estado de Georgia.
Ese voto latino, junto al sufragio de los afroamericanos según prevén analistas, podría resultar decisivo en los “swing states”. Ellos son Filadelfia, Wisconsin, Michigan, Carolina del Norte, Arizona, Nevada y la propia Georgia.
El voto latino puede marcar la diferencia en estados clave
La influencia de la comunidad hispana viene creciendo en las últimas décadas en los Estados Unidos. Hoy suman 63,7 millones de personas, el 19,1% de la población total del país. Se estima que unos 34 millones estarían en condiciones de votar, aunque los analistas creen que finalmente lo hará la mitad de ellos.
Hoy ningún candidato puede ganar con solo los votantes “blancos”. Por eso, las campañas de ambos partidos buscan el voto latino. Tradicionalmente, la comunidad hispana se identificaba con el partido Demócrata, pero Trump logró capturar una porción importante de su electorado.
El voto latino hoy es fundamental en estados como Florida, Arizona, Texas o California. De hecho, uno de cada tres electores californianos es hispano. En Arizona y Nevada suman el 25%. El actual presidente Joe Biden cimentó su triunfo en 2020 en tres estados con gran presencia latina: Arizona, Georgia y Nevada.
“En las últimas elecciones presidenciales, Biden ganó por menos de 12.000 votos (en Georgia). Los votantes latinos marcaron la diferencia entonces y también tendrán las llaves de la Casa Blanca en 2024″, dijo González.
Además, el referente hispano señaló que “el electorado latino en Georgia ha crecido enormemente” desde que se creó la organización hace 20 años. “En 2003, solo había 10.000 registrados para votar. Ahora, hay más de 400.000. Los latinos de Georgia superan los índices nacionales de participación electoral latina en varios ciclos electorales”, afirmó.
Donald Trump y Kamala Harris coquetean con la comunidad hispana
La recta final de la campaña comenzó esta semana. Alrededor de 18 millones de estadounidenses ya votaron por correo o en persona, es decir, más del 10% del total de votantes que hubo en 2020. Los analistas creen que el nivel de participación será un factor decisivo para lograr el triunfo.
Trump, que ha agudizado su retórica anti-inmigrante en campaña y promete la mayor expulsión de ilegales de la historia, participó este martes en una mesa redonda con seguidores latinos en Florida. Allí habló de economía, pero en especial de su caballito de batalla: la inmigración ilegal.
En su discurso, volvió a acusar al gobierno de Biden de haber perdido a 325.000 niños migrantes. Según aseguró, estos nenes hoy son “esclavos sexuales” o están “desaparecidos o muertos”.
En la reunión participó el actor mexicano Eduardo Verástegui, de tendencia libertaria.
Al final del encuentro, los participantes del evento, todos de pie y con los ojos cerrados y algunos de ellos con el brazo en alto apuntando a Trump, o una mano sobre el hombro del expresidente, recitaron dos oraciones para pedir a Dios que guíe sus pasos, según describió AFP. “Lo ungimos para que sea el próximo 47º presidente de Estados Unidos, para restaurar los valores bíblicos”, dijeron.
En tanto, Kamala Harris concedió una entrevista a la cadena en español Telemundo, que se divulgará entera este miércoles. Pero no perdió el tiempo. La candidata demócrata acusó a Trump en la red social X de ser una amenaza para la comunidad hispana.
“Donald Trump es una amenaza seria para la seguridad y el sustento de los hombres latinos y sus familias. Juntos podemos detenerlo”, afirmó. En ese sentido, aseguró que durante el gobierno del magnate republicano “miles de latinos perdieron sus trabajos” y el desempleo llegó al 17% en esa comunidad.
Además, señaló que los crímenes violentos y asesinatos aumentaron durante la gestión republicana y 350.000 niños hispanos perdieron su seguro médico.