Mujica y América Latina. El expresidente José Mujica brindó varias definiciones sobre la política de América Latina, volviendo a la carga contra el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela y ensalzando el papel de su amigo, el mandatario de Brasil, Lula da Silva.
«Nosotros tenemos relaciones con China y con Vietnam, y no nos hacemos ningún problema. Entonces banquemos esa situación. Yo no estoy de acuerdo con eso, porque no da resultado», dijo el líder del Frente Amplio (FA) sobre las naciones de partido único.
Y añadió: «Lo que más me revienta es cuando juegan a la democracia y después le hacen fraude. Eso es insoportable». «El autoritarismo en América Latina es un paso atrás. Lo vivimos históricamente cuando Estados Unidos se metía en todos lados. Pero ahora nosotros hacemos frangolladas también».
Mujica cuestionó al expresidente boliviano Evo Morales, enfrentado por el control de la izquierda oficialista con el mandatario Luis Arce, a quien acusa de querer «proscribirlo» de la carrera electoral utilizando el sistema de justicia. «En la vida hay un tiempo para llegar y otro tiempo para irse. Lo de Evo es inconcebible», dijo.
El expresidente también criticó a la expresidenta argentina Cristina Kirchner. «Ahí está la vieja Kirchner en la Argentina, al frente del peronismo. En lugar de ponerse de vieja consejera y dejar nuevas generaciones, no, está jodiendo ahí. ¡Cómo les cuesta largar el pastel! ¡Que lo parió!», exclamó Mujica.
El expresidente se mostró preocupado de que su «viejo amigo» Lula da Silva, que este viernes se reúne en Brasilia con el mandatario electo Yamandú Orsi, no tenga sucesor en vista. «Lula está a cerca de los 80 años. Y no tiene repuesto. Esa es la desgracia de Brasil», dijo.
Consultado por el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea (UE), Mujica vaticinó el fracaso del acuerdo comercial. «No sale ni en el año del golero. Porque los campesinos franceses no quieren. Y los campesinos franceses dominan la cultura francesa», aseguró.
Los términos del pacto entre los 27 países de la UE y Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, se acordaron en 2019, pero varios países, incluidos Francia, Italia y Polonia, lo rechazan, bajo presión de sus sectores agrícolas.