Milei acuerdo FMI. Hace un año, Javier Milei se encontraba con Kristalina Georgieva en Davos para iniciar una relación política que estaba condicionada por la incertidumbre de su programa de ajuste y su decisión personal de apoyar la carrera electoral de Donald Trump, cuando Joe Biden estaba en el Salón Oval y soñaba con su reelección como presidente de los Estados Unidos.
Al instante hubo empatía personal entre Milei y Georgieva: se sacaron una sucesión de selfies junto a Gita Gopinath, el frío cerebro del Fondo Monetario Internacional (FMI) que desconfía de todas las promesas argentinas tras sufrir el mandato de Alberto Fernández.
En la reunión de Davos estaban Karina Milei, Luis Caputo y Gerardo Werthein, que entonces estaba designado como embajador en DC.
Un año más tarde, Milei se encontrará con Georgieva en Washington a pocas horas de la asunción de Trump –que lo invitó personalmente– y con su programa económico cumpliendo todas las metas que prometió durante la campaña electoral.
El encuentro está pautado para las 13 hora de Washington, dos horas menos que la de Argentina. Al lado del presidente, tal como sucedió en Davos, estarán Karina Milei, Luis Caputo y Gerardo Werthein, que ahora es canciller.
En este contexto, el presidente escuchará los planteos de la directora gerente del FMI, pero sólo aceptará las exigencias técnicas que –desde su perspectiva– no afecten la matrix económica de su plan de ajuste. Milei tiene el apoyo político de Trump, y Estados Unidos controla las decisiones del directorio del Fondo.
A principios de enero, el board del FMI aprobó la evaluación Ex Post del programa extraordinario -primero Stand-By y después de Facilidades Extendidas– que concedió a la Argentina por 43.000 millones de dólares. La evaluación es elogiosa con el programa de ajuste de Milei, pero también exhibió sus advertencias.
El Fondo pidió una estrategia para la salida del cepo, una mayor flexibilidad en el esquema cambiario con el objetivo de acumular reservas en el Banco Central y un refuerzo en las partidas de ayuda social.
“Para allanar el camino hacia la recuperación del acceso a los mercados, será necesario adoptar una estrategia creíble para desmantelar los controles cambiarios, una mayor flexibilidad cambiaria y un papel más significativo de la política monetaria”, se lee en el informe Ex Post que aprobó el directorio del FMI.