Deportivo Madryn sufrió su segunda caída en la Primera Nacional al perder 2-1 ante Racing de Córdoba como local. En un partido que quedó marcado por un arranque desconcertante. En apenas un minuto de juego, la visita ya ganaba 2-0, aprovechando dos errores defensivos que condicionaron por completo el desarrollo del encuentro.
El plan inicial de Leandro Gracián se vio alterado desde el primer segundo. Su apuesta por una línea de tres en el fondo y un esquema bien ofensivo quedó desarmada de inmediato tras los goles de Lionel Monti. A los 12 segundos, y de Leandro Fernández, apenas 50 segundos después. Semejante golpe dejó al equipo sin respuestas en el arranque y, aunque con el correr de los minutos intentó reponerse, nunca logró claridad en su juego.
Con más ímpetu que ideas, Madryn empujó en busca del descuento y lo consiguió al filo del primer tiempo con un gol de Luis Silba. Que le devolvió algo de esperanza. Sin embargo, en el inicio del complemento, el propio Silba desperdició un penal que pudo haber cambiado la historia. Su remate se fue desviado sobre el palo derecho del arquero Joaquín Mattalia.
A partir de allí, el partido se transformó en un duelo táctico en el que la visita supo manejar mejor los tiempos y administrar la ventaja. Madryn intentó, pero le costó mucho encontrar los caminos y, pese a algunos intentos aislados, no logró quebrar la resistencia de Racing.
Más allá de la derrota, el equipo dejó varias señales que obligan a replanteos. Lo que fue su fortaleza en el torneo pasado, la solidez defensiva, hoy parece su punto más débil. La línea de tres que probó el DT mostró fisuras desde el inicio y generó desajustes que Racing no perdonó.
Gracián deberá trabajar en ese aspecto, no solo desde lo táctico, sino también desde lo anímico, ya que el equipo pareció sentir demasiado el golpe inicial. Publicó Superdepor
En lo individual, hubo pocas actuaciones destacadas. Federico Recalde fue de lo más parejo en el mediocampo. Diego Crego con presencia en defensa pero muy aislado de mitad de cancha hacia arriba. Nazareno Solís mostró pequeños aportes en el segundo tiempo, y Bruno Juncos aportó algo de frescura cuando ingresó. El resto, muy por debajo de lo esperado.
El desafío ahora es mayor. Con dos derrotas en el arranque, Madryn deberá levantar cabeza rápido, porque el calendario no da respiro. Se viene Quilmes como visitante y luego San Miguel en casa, dos equipos que se perfilan como protagonistas del torneo.
El margen de mejora está y la temporada recién comienza. El equipo tiene nombres y recursos para revertir la situación, pero necesita encontrar su mejor versión cuanto antes. El trabajo línea por línea será clave para ajustar piezas, recuperar confianza y lograr que el equipo empiece a mostrar el potencial que se espera de él.