Marzo para Milei. “Una vez más, miro a los demócratas que tengo delante y me doy cuenta de que no hay absolutamente nada que pueda decir para hacerles felices, para que se pongan de pie, sonrían o aplaudan. Nada que pueda hacer. Podría encontrar una cura para la enfermedad más devastadora, una enfermedad que acabaría con naciones enteras, o anunciar las respuestas a la mayor economía de la historia, o la detención de la delincuencia a los niveles más bajos jamás registrados, y estas personas sentadas aquí mismo no aplaudirán, no se pondrán de pie y, desde luego, no vitorearán estos logros astronómicos».
«No lo harán, pase lo que pase”, desafió primero Donald Trump, antes de enumerar durante un largo rato detalles de sus primeros meses de gestión. “Hemos acabado con la tiranía de las llamadas políticas de diversidad, equidad e inclusión en todo el gobierno federal. Hemos eliminado el veneno de la teoría crítica de la raza de nuestras escuelas públicas, y he firmado una orden para que sea la política oficial del gobierno de los Estados Unidos que solo hay dos géneros: masculino y femenino. También firme una orden ejecutiva para prohibir que los hombres practiquen deportes femeninos”, siguió.
Fue en la noche del martes, en su discurso inaugural en la Cámara de Representantes, plagado de anuncios rimbombantes y provocaciones en materia económica, cultural, social y medioambiental. Entre los legisladores norteamericanos y funcionarios de gobierno, seguía con atención las palabras del presidente republicano Payton McNabb, una joven ex jugadora de voley de una escuela de Carolina del Norte que en el 2023 sufrió, según trascendió, secuelas físicas y neurológicas por un pelotazo propinado durante el juego por una jugadora transgénero del equipo oponente. “Payton, a partir de ahora las escuelas echarán a los hombres del equipo femenino o perderán toda la financiación federal”, anunció un imperturbable Trump.
En agosto del año pasado, Javier Milei se había involucrado en la polémica alrededor de la pelea en los Juegos Olímpicos de París después de que la boxeadora italiana Natalia Carini abandonara el ring, muy dolorida, a los 46 segundos, por los golpes de Imane Khelif, una competidora de Argelia que no había superado pruebas de género en el mundial del año anterior pero que ya había participado en anteriores Juegos Olímpicos, e incluso había perdido. “Boluprogres”, provocó Milei.
Es solo un ejemplo de la fenomenal simbiosis entre ambos presidentes en torno a un agenda “anti-woke” que en su momento impulsó en contraposición Barack Obama en Estados Unidos, seguido por Emmanuel Macron y Ángela Merkel en Europa, y Mauricio Macri en nuestro país.
Trump ya le había tirado un salvavidas a Milei hace dos fines de semana, en la cumbre conservadora de la CPAC en Maryland, en medio de la peor crisis política y reputacional del gobierno por el caso $LIBRA que sacudió por primera vez al corazón de la administración, es decir al triángulo de hierro conformado por los hermanos Milei y Santiago Caputo. El Gobierno trabajó muy duro para conseguir la reunión bilateral y la foto que Trump y Milei mantuvieron en Washington, para tratar de contrarrestar los efectos negativos de la polémica cripto cuando empezaban a trascender la proliferación de demandas en tribunales estadounidenses. En plena tensión, además, por el nombramiento por decreto de Lijo y Manuel García-Mansilla en comisión, un plan que empezaba a pergeñarse frente a la oposición del kirchnerismo y parte del PRO en el Senado.
La política de cabotaje del gobierno libertario incluye además en estos días el pulido de la estrategia electoral en la capital, la casa matriz del PRO, en donde se libra la madre de todas las batallas en la relación entre ambos espacios. En diez días cierran alianzas, y el 30 de marzo las listas.
Es una rareza porque, a pocas semanas de esa instancia, ni el macrismo ni el Gobierno blanquearon aún a sus principales candidatos en la categoría local. Es una elección clave porque del resultado del domingo 18 de mayo puede terminar por definirse qué tipo de acuerdo sellarán, si es que se concreta, de cara a octubre, en particular en territorio bonaerense. Puede empezar a definirse, además, el futuro de los Macri. Jorge y Mauricio.