La indignación crece como la espuma al conocerse un rumor que cada vez suena más fuerte: Mirta Simone, quien fuera Ministra de Familia durante la gestión del ex gobernador Mariano Arcioni en Chubut y actualmente enfrenta un proceso judicial por presuntas irregularidades en el manejo de los fondos sindicales de ATE, se encontrarían desde hace un mes disfrutando de un lujoso viaje por Europa. Mientras la justicia provincial parece sumida en un inexplicable letargo, la señora Simone se dedicaría a recorrer el Viejo Continente, exhibiendo, con total impunidad, un estilo de vida que contrasta brutalmente con la realidad que atraviesan muchos chubutenses mucho más los empleados públicos provinciales.
¿Es esta la respuesta del sistema judicial de Chubut ante las denuncias de corrupción?
¿Permitir que una ex funcionaria y esposa del sindicalista Guillermo Quiroga procesada, señalada por presuntos delitos que lesionaron el patrimonio de todos los trabajadores del estado, se burle de la justicia y de la sociedad desde las capitales europeas?
La inacción de los tribunales resulta no solo incomprensible, sino que alimenta la creciente desconfianza en las instituciones y la amarga sensación de que la impunidad tiene rostro y apellido en nuestra provincia.
Mientras hospitales carecen de insumos, escuelas sufren la falta de mantenimiento y miles de familias chubutenses luchan contra la inflación y la incertidumbre económica, la señora Simone se dedicaría a coleccionar postales de destinos paradisíacos, financiando su opulento periplo, presumiblemente, con los mismos recursos que se le acusan de haber administrado de manera irregular con su ex marido porque al parecer se habrían separado.
La pregunta es inevitable: ¿con qué fondos costea esta ostentación? ¿Acaso el dinero de los empleados públicos de Chubut se ha convertido en una caja chica para aquellos que alguna vez detentaron el poder?
La pasividad del sistema judicial de Chubut ante esta situación es, cuanto menos, alarmante. ¿No existen mecanismos legales para impedir la salida del país de una persona procesada por delitos que atentan contra el erario público? ¿O acaso la justicia en nuestra provincia se ha convertido en un espectador complaciente de la desfachatez y el desprecio por la cosa pública?
Este «viva la pepa» de la ex Ministra Simone, que es la seguidilla a la corrupción de «La Chechu» Torres Otarola, es una afrenta directa a cada uno de los chubutenses que confían en que la justicia actuará con celeridad y firmeza ante los casos de corrupción. Exigimos una explicación urgente y contundente por parte de las autoridades judiciales. Es inaceptable que una persona bajo proceso por presuntos delitos contra el patrimonio de la Asociación de Trabajadores del Estado pueda pasearse por Europa como si nada ocurriera. La justicia debe actuar, y debe hacerlo ahora, para demostrar que en Chubut la impunidad no tiene cabida y que aquellos que traicionan la confianza del pueblo deberán rendir cuentas, sin importar su pasado poder. Este presunto escandaloso viaje debe ser el detonante para una acción judicial inmediata y ejemplar.
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