El prestigioso diario estadounidense se refirió a la gran presencia y aliento de los hinchas de Boca en Miami tras el debut en el certamen internacional.
El Boca de Miguel Ángel Russo estuvo a unos minutos de llevarse tres puntos de oro ante el Benfica de Portugal, pero un gol de Nicolás Otamendi sobre el final decretó el empate 2-2 en el debut de ambos equipos en el Mundial de Clubes. Según informó MDZ.
Por como se dio el encuentro, el Xeneize perdió dos puntos y no ganó uno, ya que durante todo el PT tuvo el control del partido y logró ponerse 2-0 en ventaja. Sin embargo, cerca del final, un penal de Carlos Palacios al General provocó que Di María descontara y pusiera a las Águilas a un gol del empate. Ya en el complemento y con un futbolista menos por la expulsión de Belotti, un córner mal marcado por la defensa xeneize le permitió al central de la Selección Argentina decretar el empate final.
A pesar de que los hinchas se quedaron con el mal sabor de boca, sin duda alguna que el Hard Rock Stadium de Miami fue toda una fiesta del cuadro azul y oro. En la previa, durante y el post partido, los hinchas de Boca se movilizaron en multitud e impusieron su presencia en los Estados Unidos (alrededor de 50 mil hinchas).
El New York Times se rindió ante la hinchada de Boca
Esto generó que el prestigioso diario estadounidense, New York Times, se rindiera antes los fanáticos del Xeneize. El título de la noticia fue “La irresistible locura de Boca Juniors” y a partir de eso comenzaron a elogiar al equipo de Russo por el fenómeno popular que genera a cada estadio que va: “Un club para el pueblo, hecho grande por su gente. Cuando se mueven, se mueven. Encendieron fuegos artificiales y descorcharon bengalas. Ni siquiera un avión sobrevolando su fiesta de aficionados apagó la expectación“, escribieron.
«Revolucionaron el torneo y despertaron el hastío de la gente como solo ellos saben. Una competición sin significado para algunos, lo es todo para ellos. Podría dignificar su temporada y volver a merecer a esta afición”, añadieron.
Por último y para cerrar con su análisis, el New York Times dejó en claro lo que es el cuadro de la Ribera: “Boca es grandioso: no por el equipo, sino por la gente, y la gente estuvo grandiosa el lunes a la noche”.