La industria ovina patagónica enfrenta un momento crítico tras la reciente medida sanitaria que cerró el acceso de carne ovina a Chile y amenaza con un efecto dominó sobre mercados estratégicos como la Unión Europea, el Reino Unido y Japón.
Según Infobae, la situación podría golpear de lleno a los productores de la región, cuya economía depende en gran medida de estas exportaciones.
Juan Luis Uccelli, director ejecutivo de la Cámara de Frigoríficos Ovinos y Bovinos de la Patagonia (CAFROPAT), advirtió que las pérdidas ya comenzaron y que el bloqueo chileno podría extenderse a otros destinos.
“Si no logramos colocar los corderos en estos mercados, bajaría mucho el precio, y eso perjudicaría directamente a los productores, que dependen en un 75% de esa venta”, sostuvo.
Actualmente, el volumen de exportación de carne ovina asciende a USD 45 millones anuales, de los cuales entre 30 y 35 millones provienen de ventas a la Unión Europea y Gran Bretaña.
Impacto más allá de la carne
La amenaza no se limita a la carne ovina. El cierre de mercados también pone en la mira a la producción de lana, que representa exportaciones por USD 140 millones anuales.
Uccelli remarcó: “En la Patagonia hay un ‘monocultivo’ que es el ovino. Si el productor no puede desarrollar esta actividad, no tiene otra alternativa. Se pone en riesgo la soberanía de la región. ¿Quién va a poblar esos campos?”.
La actividad ovina y bovina en la Patagonia genera alrededor de 200.000 puestos de trabajo, lo que equivale al 30% de la población local.
Presión internacional y debilidades internas
El cierre del mercado chileno es ya un hecho, mientras que la Unión Europea mantiene su decisión en suspenso. Una auditoría de ese bloque podría realizarse en breve, pero desde CAFROPAT alertan que el Senasa atraviesa “tremendos problemas” que dificultarían aprobarla.
La apuesta al mercado interno
En paralelo, se busca fomentar el consumo local de carne ovina, hoy por debajo del kilo per cápita anual.
“Hay que hacer un cordero más pesado, no el corderito tradicional. Tenemos potencial de llegar a seis o siete kilos per cápita; hoy estamos en menos de uno”, señaló Uccelli.
Desde CAFROPAT piden soluciones urgentes y una estrategia coordinada con las autoridades sanitarias. Solicitaron una reunión con la presidenta del Senasa, María Beatriz Giraudo, para encontrar salidas que permitan mantener la actividad y evitar retrocesos.