La Libertad Avanza enfrenta una serie de reveses legislativos que debilitan su capacidad de imponer la agenda gubernamental en el Congreso.
Con la oposición articulando un temario paralelo y el Presupuesto 2025 en camino, el oficialismo admite que el Palacio Legislativo se ha convertido en un «territorio minado» hasta fin de año.
Derrotas consecutivas en ambas cámaras
Según información de medios nacionales, el oficialismo ha sufrido una seguidilla de derrotas tanto en Diputados como en Senadores que reflejan su creciente aislamiento político. Aunque logró contener estratégicamente el veto al incremento de jubilaciones -su «cheque» más importante según admiten internamente-, perdió votaciones clave sobre la Ley de ATN, el rechazo a 5 decretos, el financiamiento del Garrahan y la Emergencia en Discapacidad.
Estos reveses sucesivos demuestran la dificultad de La Libertad Avanza para consolidar alianzas estables más allá de su núcleo duro. La oposición, articulada a través de un frente amplio que incluye a UxP, Democracia, Encuentro Federal, la izquierda y la Coalición Cívica, ha logrado imponer su temario paralelo al del Gobierno mediante una coordinación que trasciende las diferencias ideológicas entre bloques. Esta capacidad de concertación opositora ha convertido el Palacio Legislativo en lo que operadores oficialistas describen como «territorio minado», donde cada iniciativa gubernamental enfrenta obstáculos sistemáticos.
Comisiones investigadoras y riesgo político
La próxima semana agravará la situación para LLA con la reactivación de la Comisión $Libra, donde la oposición buscará elegir presidente y avanzar con una lista de invitados. Simultáneamente, se creará la Comisión Especial de Investigación sobre Fentanilo, otro frente de conflicto donde ambos bandos pugnan por la presidencia. Estas comisiones representan un riesgo político significativo para el oficialismo en plena campaña electoral.
Presupuesto 2025: el desafío más complejo
La discusión más crítica será el Presupuesto 2025, que debe ingresar al Congreso antes del 15 de septiembre. El debate se centrará en el reparto de fondos para la administración pública nacional y las demandas de obra pública de los gobernadores. Este proceso encontrará a un oficialismo debilitado, forced to negotiate con gobernadores aliados para evitar nuevas derrotas en el recinto.
Mientras la oposición consolida su control de la agenda legislativa, LLA enfrenta el desafío de navegar un Congreso hostil hasta fin de año. La llegada del Presupuesto 2025 marcará la prueba definitiva para un oficialismo que deberá elegir entre la confrontación o la negociación para evitar el colapso total de su agenda legislativa. Información extraída del medio Infobae.