El rápido avance de la Inteligencia Artificial (IA) está redefiniendo industrias y hábitos, pero también genera un aumento significativo en la demanda energética global. Centros de datos y proyectos industriales requieren suministro continuo y eficiente para sostener esta expansión tecnológica.
El rápido avance de la Inteligencia Artificial (IA) está redefiniendo industrias y hábitos, pero también genera un aumento significativo en la demanda energética global. Centros de datos y proyectos industriales requieren suministro continuo y eficiente para sostener esta expansión tecnológica.
Impacto energético de la IA
Según un informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) titulado Energía e Inteligencia Artificial, en 2024 los centros de datos consumieron alrededor del 1,5% de la electricidad mundial (415 TWh), liderados por EE.UU. con el 45%, China 25% y Europa 15%. Entre 2015 y 2024, el consumo global creció un promedio anual del 12%, cuatro veces más rápido que el consumo general de electricidad.
En países en desarrollo, los centros de datos explican un 5% del crecimiento energético, mientras que en economías estables representan el 20%. La AIE proyecta para 2030 cuatro escenarios: Base: 945 TWh, Despegue: 1.260 TWh, Alta eficiencia: 800 TWh, y Viento en contra: 670 TWh, con proyecciones para 2035 entre 700 TWh y 1.720 TWh, según información extraída de Ámbito.
Ahorros potenciales y fuentes de energía
La adopción masiva de IA en procesos industriales podría generar un ahorro de más de 222 TWh hacia 2035, equivalente al consumo total actual de México, compensando parcialmente la demanda adicional.
Actualmente, los centros de datos se abastecen con carbón (30%), renovables (27%), gas (26%) y nuclear (15%). Se espera un leve descenso del carbón y un crecimiento de renovables y nuclear. La conexión a la red eléctrica puede tardar entre 4 y 8 años en países desarrollados, generando demoras en la entrega de transformadores y cables.
Empresas como Oracle, Amazon y Google desarrollan proyectos con reactores modulares pequeños o centrales nucleares medianas y grandes para alimentar sus centros de datos, mientras que Microsoft reactivará un reactor en Three Mile Island y AWS abastecerá 960 MW desde la central nuclear de Susquehanna. En total, se proyectan 25 GW de capacidad nuclear para centros de datos.
Presión sobre la infraestructura eléctrica
El crecimiento acelerado de la IA exige disponibilidad continua de energía de alta calidad. Interrupciones, aunque sean de segundos, pueden generar pérdidas millonarias y afectar servicios críticos. En EE.UU., algunos estados enfrentan retrasos de hasta 10 años para conectar nuevos centros de datos por falta de capacidad en la red.
La competencia por energía baja en carbono aumenta, generando un debate sobre si las grandes tecnológicas deberían financiar sus propias fuentes de generación o priorizar el acceso de la población e industria tradicional a energía limpia. Las decisiones definirán la expansión futura de la inteligencia artificial.