Las elecciones en Bolivia dejaron un hecho inédito: más de 1,2 millones de ciudadanos votaron en blanco o anularon su sufragio, lo que equivale al 19,2% del padrón, en protesta por la exclusión de Evo Morales de la contienda presidencial.
El expresidente celebró la cifra como una muestra de vigencia política y rechazo popular a la decisión judicial que lo marginó. Según Ámbito, se trata del porcentaje de votos nulos más alto en la historia democrática del país.
Un récord electoral sin precedentes
Con el 95% de los votos contabilizados, el cómputo oficial arrojó que más de 1,2 millones de ciudadanos invalidaron su sufragio. El número rompe con la tendencia histórica, dado que en las elecciones presidenciales desde 2002 los votos anulados oscilaron entre 2,4% y 3,7%.
En su cuenta de X, Morales sostuvo: “Nuestra protesta se hizo sentir: votamos, pero no elegimos, y el pueblo dejó claro que la democracia no puede ser reducida a un simple trámite administrativo”.
Resultados y panorama electoral
En paralelo, el senador de centroderecha Rodrigo Paz se ubicó primero con el 32,1% de los votos, seguido por el exmandatario Jorge Quiroga, de derecha, con el 26,8%. Ambos se enfrentarán en la segunda vuelta prevista para el 19 de octubre.
En Cochabamba, bastión de Morales, el voto nulo alcanzó cifras aún mayores: un 32,8%, equivalente a más de 400.000 sufragios.
La situación de Evo Morales
A los 65 años, Morales intentaba postularse nuevamente, pero un fallo judicial que limita las reelecciones lo dejó fuera de la contienda. Desde octubre se encuentra en el Trópico de Cochabamba, bajo custodia de una guardia indígena, mientras enfrenta una orden de captura por presunta trata de una menor, acusación que rechaza.
Además, mantiene un duro enfrentamiento con el actual presidente Luis Arce, su exaliado, por el control del Movimiento al Socialismo (MAS). La disputa derivó en la fractura del partido que Evo Morales lideró durante más de 20 años.
Proyección política de Morales
El politólogo Daniel Valverde, de la Universidad Gabriel René Moreno, señaló que la protesta podría fortalecer a Morales: “Probablemente en un mediano plazo pueda volver a formar un bloque popular, su proyecto político. No hay duda de que va a ser un actor clave, aunque su perfil parece orientado más a la obstrucción que a la competencia democrática”.
Arce y la transición democrática
Por su parte, el presidente Luis Arce afirmó tras votar en La Paz que “recuperar la democracia será la mejor herencia de nuestro Gobierno”. También garantizó que respetará el calendario del Tribunal Supremo Electoral y entregará el mando el próximo 8 de noviembre al ganador de los comicios.
Las elecciones en Bolivia marcan un escenario complejo: mientras avanza el proceso hacia el balotaje entre Paz y Quiroga, el peso político de Morales vuelve a emerger, impulsado por una protesta masiva que desafía los límites del sistema electoral.