En el Alto Valle de Río Negro y Neuquén, un equipo de emprendedores y técnicos logró desarrollar una placa para construcción elaborada con fibra de cáñamo cultivado en la región.
El proyecto es fruto de la colaboración entre Fundación GEN, la empresa Modo Domo y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), y se presenta como una alternativa sustentable y eficiente para la industria local.
Un material ecológico con alto potencial para la Patagonia
El producto se destaca por su capacidad de aislación térmica, resistencia y durabilidad. Martín Ancaten Ureta, referente de Fundación GEN, explicó que la placa “es ecológica, de bajo impacto y 100% hecha en Argentina, con gran potencial para zonas con condiciones climáticas exigentes como la Patagonia”.
Además, el arquitecto Leandro Suárez, socio de Modo Domo, remarcó que trabajar con fibras de cáñamo “conecta con la construcción sustentable y la economía circular”. La producción utiliza cáñamo industrial con ciclos cortos —de cuatro a cinco meses—, que permiten una rápida disponibilidad de materia prima, a diferencia de paneles derivados de madera que requieren décadas para renovarse.
Desarrollo local con enfoque de triple impacto
El proyecto busca reemplazar importaciones, reducir la huella de carbono y fomentar empleo regional. Aunque no es un concepto nuevo —en la década del 60 se fabricaron tableros de cáñamo en Buenos Aires— esta iniciativa recupera esa experiencia adaptándola a recursos y necesidades locales con un claro compromiso ambiental, social y tecnológico.
Este esfuerzo ha sido reconocido en varios certámenes nacionales, como el Premio Nacional al Emprendimiento Joven Argentino y el concurso Nobleza Obliga 2023. Según sus creadores, el cáñamo puede usarse para fabricar placas, ladrillos y aislantes termoacústicos. “Sembrar cáñamo es sembrar casas”, resumen.
Soberanía tecnológica y cuidado ambiental
Luciano Rivera, presidente de Fundación GEN, resaltó el valor del cultivo de cáñamo como “aliado para lograr equilibrio productivo y ambiental”, con capacidad para regenerar suelos afectados por la actividad hidrocarburífera.
Desde el INTI, el doctor Alejandro Bacigalupe destacó que tras más de dos años de desarrollo, la placa fue validada por el Departamento de Materiales Compuestos. “Apostar por estos proyectos es clave para diversificar economías regionales y generar soberanía tecnológica”, afirmó.
Caminos hacia la producción continua
Actualmente, Fundación GEN realiza ensayos agronómicos para adaptar genéticas y multiplicar semillas en Neuquén y Río Negro. Esta etapa es fundamental para asegurar la materia prima y comenzar la producción en forma continua, prevista para las próximas dos o tres temporadas agrícolas.
El procesamiento aprovecha maquinaria tradicional de la industria de tableros de madera, facilitando la incorporación al mercado. Los impulsores invitan a productores, gobiernos y empresas constructoras a sumarse y conocer los prototipos a través de redes sociales de Fundación GEN y Modo Domo. Información extraída del medio La17.