El Gobierno nacional retomó los trabajos del Plan de Contingencia 2024-2026 para anticipar los riesgos de cortes de luz durante el próximo verano. La estrategia apunta a maximizar la generación, gestionar la demanda y preparar la transición hacia un mercado eléctrico más desregulado y competitivo.
El Comité de Seguimiento del plan, conformado por la Secretaría de Energía, ENRE, CAMMESA, generadoras, transportistas y distribuidoras, se reunió para definir medidas que garanticen el suministro, especialmente en el AMBA y zonas críticas del país.
Tettamanti, en un foro organizado por LIDE Argentina, destacó que la potencia instalada no es suficiente para cubrir los picos de demanda. Por eso, el Gobierno implementa medidas paliativas como incentivar a las generadoras a mantener operativas unidades antiguas y gestionar la demanda en horarios críticos.
El antecedente del 10 de febrero, cuando la demanda alcanzó un récord de 30.257 MW y se registraron cortes por sobrecarga, refuerza la urgencia del plan.
Inversiones y obras estratégicas
El Gobierno lanzó licitaciones para ampliar la capacidad de almacenamiento y transporte eléctrico. En Buenos Aires, se ofrecieron 1.400 MW para 500 MW de almacenamiento. Además, se prevén obras de alta tensión en el AMBA y líneas de 500 kV en Río Diamante–Charlone–O’Higgins y Puerto Madryn–Choele Choel–Bahía Blanca, sumando 16 proyectos prioritarios.
Antes de fin de año se planea licitar la ampliación de la red de transmisión eléctrica con USD 1.100 millones en el AMBA y adjudicar contratos para instalar baterías de litio por USD 500 millones, que permitirán almacenar energía durante la madrugada y liberarla en horas pico.
Transición hacia un mercado más desregulado y privado
La Secretaría de Energía busca un esquema de libre mercado para generación eléctrica y gas natural. La meta es que distribuidoras y grandes usuarios compren energía directamente, mientras CAMMESA actúa como organizador.
En el sector gasífero, se busca descentralizar la compra de gas natural licuado (GNL), que actualmente concentra ENARSA, permitiendo que los privados adquieran cargamentos directamente. Esto incluye reordenar el transporte para que los contratos reflejen la disponibilidad real de gas.
Desafíos y perspectivas
La transición enfrenta riesgos regulatorios que pueden desalentar la inversión privada. Más del 50% de los usuarios reciben subsidios, lo que exige avanzar con cautela hacia tarifas más realistas. La previsibilidad normativa será clave para atraer inversiones y garantizar la seguridad energética en el mediano y largo plazo. La información para este artículo fue extraída del medio Infobae.