Flexibilización de la barrera sanitaria impacta precios y mercado cárnico.
La reciente apertura al ingreso de carne con hueso desde el norte trajo precios más bajos en algunos cortes, pero mantiene tensiones entre consumidores y productores locales, que advierten riesgos sanitarios.
Río Colorado y la barrera histórica
Durante años, el río Colorado funcionó como límite geográfico y sanitario. La barrera convirtió al sur en un mercado diferenciado, consolidando un sello de calidad sanitaria pero con costos adicionales para el consumidor. La flexibilización buscó alterar esa ecuación: el Gobierno aseguró que permitir el ingreso de carne con hueso traería competencia y precios más bajos. Según informó La 17, el efecto en las góndolas fue dispar: mientras algunos comercios del Alto Valle y Comodoro registraron caídas en ciertos cortes, otros se mantuvieron altos.
Brecha de precios y factores logísticos
Vacío, lomo y nalga aún muestran diferencias notorias con los precios del AMBA y provincias vecinas. El economista Osvaldo Preiss señaló: “La gente compara con Buenos Aires, pero en el Valle no hay grandes variaciones. El impacto no se tradujo en mayor poder de compra en kilos”. La logística se confirma como factor decisivo: “El kilo vivo en la Patagonia es más alto y transportar carne al sur implica combustible, frío y distancia. A eso se suman alquileres y energía más caros”, explicó.
Ganadores y perdedores del mercado
La flexibilización favorece a frigoríficos y plantas extra-patagónicas que ahora acceden a un mercado históricamente cerrado, mientras que la industria local ve reducida su participación. Preiss advierte: “Si queremos una ganadería en la Patagonia, debemos reconocer que no se produce en las mismas condiciones que en la pampa húmeda”.
Percepción del consumidor y riesgos sanitarios
El consumidor se centra en el precio en la caja: alivio con ciertos cortes, frustración con otros que siguen inaccesibles. La barrera sanitaria fue clave para diferenciar la carne patagónica internacionalmente y sostener un estatus libre de aftosa. Su relajación genera temores sobre la competitividad futura de la región.
Escenario híbrido y futuro incierto
Actualmente conviven rebajas puntuales con costos que mantienen la brecha estructural entre sur y centro del país. La incógnita es si la flexibilización será un mero alivio momentáneo o el inicio de un cambio profundo en la política cárnica patagónica.