La escoba es un objeto cotidiano en cualquier hogar argentino. Más allá de su función práctica, diversas tradiciones la consideran un símbolo cargado de energías, capaz de influir en la estabilidad del hogar.
Según el Feng Shui, disciplina china que busca la armonía y el equilibrio, este elemento debe tener un lugar estratégico dentro de la casa para favorecer la protección.
En la cultura popular, la escoba no solo representa limpieza física. De acuerdo con el Feng Shui, simboliza el movimiento y la renovación, ya que ayuda a “barrer” aquello que sobra, permitiendo la llegada de nuevas energías. Por este motivo, su ubicación dentro de la vivienda no es un detalle menor.
Según Clarín , la tradición oriental le otorga un rol protector dentro del hogar, siempre que se la guarde de manera adecuada.
Dónde no colocar la escoba
Los especialistas en Feng Shui advierten que la escoba nunca debe estar en lugares visibles o de paso. Si permanece cerca de la entrada, puede dar la sensación de que expulsa las energías positivas apenas ingresan.
Tampoco se recomienda colocarla en dormitorios o salas de estar, ya que en estas áreas destinadas al descanso puede generar tensión y desequilibrio.
El mejor sitio para atraer protección
La clave está en reservarle un espacio discreto y cerrado, como un armario de limpieza o un rincón apartado, siempre evitando que interrumpa la circulación del “chi”, la energía vital según esta disciplina.
Además, su posición al guardarla también importa: debe estar en forma vertical, con las cerdas hacia abajo. De esta manera, se evita que la energía negativa se acumule y se promueve un flujo más armónico en el hogar.
La escoba, más allá de su simple utilidad doméstica, puede convertirse en una herramienta poderosa de renovación y equilibrio, siempre que se le dé el lugar correcto dentro de la casa.